"Creía una locura ir a la París-Niza"
Pocos ciclistas han despertado tantas expectativas a su edad como Santiago Blanco (Puerto de Béjar, Salamanca, 1974). Y nunca José Miguel Echávarri, el director del Banesto que llevó a Delgado y a Induráin a ganar el Tour, había hablado de forma tan apabullante de un neoprofesional. "El Tour del 2000 será Blanco", dijo hace dos años Echávarri, quien ya tenía pensada una selecta forma de sacarle adelante. Las dos pasadas temporadas cumplió su aprendizaje pegado a la chepa de Induráin. La pasada semana, el salmantino continuó cumpliendo con las expectativas terminando tercero en la París-Niza.Pregunta. ¿Se siente como un niño mimado?
Respuesta. No me quejo. Estoy contento de cómo me llevan en el Banesto. Por eso firmé hasta 1999 y espero seguir después.
P.O sea, que le gusta que Echávarri le tenga enchufado.
R. ¿Cómo que enchufado? Nos trata a todos por igual. Y si dice que le gusta coger el segundo coche para seguirme en la carrera, pues por un lado es bonito, me da confianza y moral; pero, por otro, aunque me gusta que el equipo confie en mí, es una mayor responsabilidad. No es que me dé miedo, en todo caso respeto. Pero yo sólo puedo ofrecer mi trabajo.
P. ¿Hasta dónde quiere llegar?
R. Lo más lejos posible. Cuanto más pueda ganar mejor.
P. ¿Sueña con el Tour?
R. Todos los ciclistas sueñan con ganar alguna carrera grande. Yo sueño con la mejor de todas, con el Tour.
P. ¿Le quita el sueño saber que va a debutar este año en el Tour?
R. Quitarme el sueño, no. Tengo mucha, mucha ilusión, pero antes tengo que ganarme la plaza.
P. ¿Va a ser más importante que Perico?
R. Soy Santiago Blanco. Hacer lo que hizo él es muy difícil. Yo haré lo que las fuerzas me permitan. Sólo quiero tener la conciencia tranquila de que lo he dado todo. Por características, me parezco a Perico, pero me gustaría subir como él y hacer las contrarreloj como Induráin. Y eso que Induráin subía más que nadie.
P. No hace más que cosechar elogios. ¿Se le ha llenado la cabeza de pájaros?
R. Llevo así, saliendo en los periódicos, desde aficionado. Ya en juveniles mi director me decía que era mejor que nadie. Pero lo tengo asumido y lo llevo muy bien. Sé que a uno le suben muy rápido y que le bajan más deprisa todavía.
P. ¿No piensa que se exagera un poco con usted? Ullrich, por ejemplo, tiene su edad y ya ha hecho más.
R. Ullrich ya ha demostrado que puede ganar el Tour y a mí me falta eso. Pero sé que a cada uno le llega su momento y que lo importante es no dejarlo pasar.
P. ¿Le gusta esto de estar ya marcado para grandes empresas y correr sólo carreras importantes?
R. Para mí es quizás peor. A lo mejor habría tenido más fácil la victoria en otras carreras. Pero es una muestra de que todos confían en mí. Yo sé que me podían llevar a la Setmana Catalana para aprovechar mi buen momento de forma, pero me iré a correrlas clásicas belgas de la Copa del Mundo. Yo pensaba que era una locura ir a la París-Niza porque apenas llevaba competición y tenía miedo de enfrentarme a gente muy preparada, con 20 días de carrera.
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