La racanería abunda en Santiago

El Valladolid enseñó en Santiago las armas que le han llevado a ocupar puestos altos en la clasificación liguera. El equipo de Cantatore hizo un partido rácano pero acabó teniendo un punto gracias al orden, a la puntería de Víctor y a un rival que salió demasiado temeroso y sólo creyó en la victoria cuando comprobó que el león era mucho menos fiero de lo que se decía. El Compostela entró en el campo convencido de que un punto no era del todo malo y lo abandonó con la convicción de haber dejado escapar la victoria. La escasez de delanteros en la alineación gallega fue un hándicap evidente durante todo el partido, a pesar de que Penev volvió a tener una actuación luminosa. El búlgaro se ha convertido en el faro ofensivo del Compostela. Marcó el gol del empate para su equipo y fue una pesadilla para la zaga rival, que sólo respiró por no tener que preocuparse de ningún otro delantero.Tanto Cantatore como Fernando Vázquez no se dejaron impresionar por la fiebre de fútbol espectáculo que últimamente se propaga por los estadios espanoles. Ambos técnicos plantearon el partido de forma muy conservadora y el resultado fue desolador: el balón apenas llegó a las áreas.