"Soy un portero de otra época"

Más que sobrio, se considera discreto. Asegura saber reírse de sí mismo y admite cierto mando en la selección española, después de tantos años y más de un centenar de veces internacional. Andoni Zubizarreta, de 35 años, no piensa retirarse hasta que se le vayan las ganas de entrenarse, y pasará a la historia como uno de los grandes porteros españoles, a pesar de que, de vez en cuando, en vez de botas parece calzarse aletas de buceo.Pregunta. Usted que ha admirado tanto a Iríbar, ¿es como él un portero de otra época?

Respuesta. Sí, soy un portero de otra época. Tengo una forma de jugar y una forma de entender el fútbol de otra época.

P. En el partido Valencia-Sevilla, en vez de botas parecía que llevaba aletas en los pies.

R. Fue una anécdota. Hacía ya algunos partidos que no me ponía las aletas.

P. ¿Cuántos toques puede darle al balón sin que toque el suelo?

R. Creo que dos, pero uno con cada pie.

P. Con Luis Aragonés ensayaba los despejes con el pie. ¿Le sirvió para algo?

R. Empecé a mejorar con Cruyff. Los porteros jugábamos partidillos y fue la época que más mejoré. Me entrenaba con jugadores de una grandísima calidad técnica, de los que se me pegaban muchas cosas. No se me pegó el pase de Laudrup mirando para otro lado, pero...

P. Pasado el tiempo,¿ porqué lo echó Cruyff del Barça?

R. No me echó. El pensó que el ciclo o lo que yo podía aportar al Barcelona se había acabado. Fue una decisión técnica de la que yo nunca me quejé. Yo me quejé de las formas.

P. Tras pasar por el Athletic y el Barca, el Valencia para usted fue descender un peldaño, pero como le pagaba muy bien..

R. No. Cualquiera que vea las cantidades que hay en el fútbol, verá que no soy de los mejor pagados. No fue ésa la decisión más importante. El Valencia se interesó mucho por mí. Si hubiera sido por dinero, me hubiera ido al extranjero.

P. Pero descendió de categoría.

R. Las dos temporadas que he estado aquí hemos sido subcampeones de Copa, hemos estado a punto de ganar la Liga, ahora estamos en cuartos de final de la UEFA. Con el Barça nunca estuve en cuartos de final de la UEFA.

P. ¿Quién manda más en la selección: Villar, Clemente o usted?

R. En lo que es el equipo,

está claro que Clemente. A nivel de jugadores, lo que hago yo es intentar que la comunicación entre jugadores y seleccionador sea lo más fluida.

P. Cuando Molina estuvo entrenando con usted. en el Valencia, ¿percibió que llegaría donde ha llegado?

R. Tenía muy buenas condiciones, pero fue valiente para irse cedido al Albacete. Y en el fútbol, aparte de la calidad, está la decisión para salir adelante, y creo que él la tuvo en ese momento.

P. Pero, de haber seguido en el Valencia, usted le habría cerrado el paso, como a tantos otros.

R. O no.O estaría jugando.

P. ¿No piensa en los porteros frustrados por su culpa?

R. No, yo simplemente les agradezco porque he mejorado con ellos. Nunca he tenido una rivalidad fuera de lo deportivo. Me han ayudado en los momentos malos míos: con consejos, con gestos, con palabras.

P. ¿Por qué no se retira y deja paso a los jóvenes?

R. Porque me siento muy a gusto. Me levanto y me siento con ganas de venir a entrenar. Cuando no tenga ganas... Pero no porque deje o no deje paso, porque cada uno debe abrirse su propio camino.

P. Por sus inquietudes culturales podría pensarse que es el más predispuesto para llevarse bien con Valdano, pero no es así.

R. ¿Por? ¡Que no me llevo bien con Valdano! Nunca he tenido problemas con nadie. Si yo creo que se debe hacer una cosa para que funcione mejor el equipo, pues la digo. Puedo ir al despacho del entrenador y decírselo. Creo que es positivo, siempre que sea con respeto.

P. ¿Presume de ser cultivado por haber leído cuatro libros y gustarle la ópera?

R. Es una de las cosas que más me molestan. Yo iba a la ópera cuando no iba nadie, o me gustaba el gregoriano. Y, sin embargo, son cosas que me echan en cara por haberlo dicho. Las entrevistas dan una imagen distorsionada de uno.

P. También presume de sobrio, cuando en realidad parece muy aburrido con esa imagen tran triste sobre el campo.

R. No soy nada aburrido. Soy más discreto que sobrio. En el campo siempre visto de verde porque creo que los porteros debemos tener una imagen con la que se nos identifique. Aunque no he debido causar mucha imagen: he visto a muchos chavales con las medias blancas de Arconada y no he visto a tantos vestidos de verde.

P. ¿Por qué es tan antipático con la prensa?

R. Porque no suelo decir lo que quieren que diga. Y porque el futbolista, cuando acaba su trabajo y se va a su casa, ahí, comienza su vida privada.