Aznar: "No comparto el pesimismo sobre España"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, no entró ayer en la espinosa propuesta que Jordi Pujol hizo la víspera, cuando, tras denunciar la falta de encaje de Cataluña en España, propuso, de puntillas, la "soberanía compartida". Aznar, que había hablado brevemente con Pujol previamente, no quiso abrir una polémica con su socio. Pasó por alto su propuesta y se limitó a responder que el modelo de Estado es "el constitucional elegido por los españoles".El resto de su intervención fue un ejercicio de autocomplacencia sobre el avance y la consolidación del actual modelo territorial. "No comparto el pesimismo sobre el problema de España. La España de hoy no se parece a la del 98", señaló.

La máxima concreción que hizo, en alusión a Pujol, fue al manifestar: "Hemos sido capaces de reconocer los hechos diferenciales sin cuestionar el marco constitucional", o al admitir que el reconocimiento de los hechos diferenciales tiene el límite de la solidaridad.

Aznar se comprometió a impulsar la reforma de los estatutos de las comunidades de vía lenta y a negociar con las de vía rápida, como la catalana, la vasca, la gallega y la andaluza, en una clara alusión al Concierto Económico de Euskadi. Trató tanto de templar gaitas en la réplica, que dejó un discurso con muy escaso contenido. La preocupación que le produjo la intervención de Pujol, que escuchó sin recurrir a los intérpretes , y la reiteración de las posiciones socialistas sobre la nueva financiación las resolvió con un "algunos discursos han sido un poquito exagerados".

Los socialistas salieron insatisfechos e irritados. Pujol se limitó a recordar que lo que tenía que decir ya lo había dicho la víspera. Sólo los 11 presidentes de las comunidades gobernadas por el PP salieron plenamente satisfechos con las propuestas que dejó Aznar.