Poca solidez

Los inversores pusieron a prueba la consistencia del mercado de valores con una pequeña andanada vendedora y el globo se desinfló con facilidad. La artificialidad de algunas subidas produce grandes huecos entre los precios alcanzados y los niveles en que puede apoyarse la cotización con algunas garantías, lo que: suele provocar un brusco retorno hasta las posiciones iniciales en cuanto aparece más papel del que se esperaba ab sorber. En sólo 24 horas, la bolsa ha pasado del máximo histórico intradía del 495,34 al 482,58 de ayer. Ha perdido casi 13 puntos, un 2,5%, en una zona donde hacía falta generar confianza.Wall Street tuvo una pequeña parte de culpa, más por no haber seguido conquistando máximos que por sus recortes que, a fin de cuentas, han resultado poco, significativos. La Bolsa de Nueva York cerró ayer en 7.039,37 puntos, con un retroceso de 45,79. El mercado de deuda, con un retroceso rápido de los precios, fue en realidad el que convenció a los inversores del desajuste funcional que estaba sufriendo la bolsa.

La rentabilidad de la emisión a 10 años subió hasta el 6,98% y el diferencial con Alemania saltaba hasta 1,31 puntos, volviendo de un solo golpe a los planteamientos europesimistas, aunque con la diferencia de que en este momento nadie los habla aireado.