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El COI cree que los análisis de sangre pueden plantear problemas en los tribunales

Carlos Arribas

Los técnicos del laboratorio de Lausana cogieron sus jeringuillas y se fueron a cazar ciclistas a la Tirreno-Adriático -la carrera italiana comienza hoy, con Ullrich, Fondriest, Bartoli y Casagrande como favoritos-, dejando la polémica y el caos en la París-Niza, en la que el belga Tom Steels (Mapei) repitió su segundo triunfo al sprint y Laurent Jalabert (ONCE) afianzó más su liderato con otros dos segundos de bonificación.

Pero no sólo las primeras tres víctimas .-Santaromita, Luca Colombo y Menthéour- se quejan amargamente de defectos de forma y de incredulidad por los resultados de sus análisis de sangre; no sólo los directores de equipo se expresan con cautela sobre la medida; también, y lejos de allí, en Mónaco, el propio COI, por boca del príncipe Alexandre de Merode, presidente de la Comisión Médica del COI, expresó su preocupación por la medida, puesta en marcha por la Unión Ciclista Intemacional (UCI) como medicina de trabajo preventiva.Ninguno de los tres corredores dados de baja laboral por 15 días debido a que el hematocrito era superior al 50% de su volumen sanguíneo ha hablado de recurrír ante los tribunales, aunque esa suspensión, que no tiene recurso, equivalga a una sanción de empleo y sueldo, pero De Merode ve en ese flanco el punto débil de la normativa de la UCI. "Esta experiencia merece ser estudiada. Y el COI la sigue con interés", declaró a la agencia France Presse De Merode. "Pero no excluyo que de pie a recursos ante los tribunales. Los deportistas son trabajadores como los demás y merecen ser tratados de la misma manera". Un ciclista, el suizo Mauro Gianetti, subcampeón del mundo, había expresado las mismas dudas: "Somos los únicos trabajadores a los que se extrae muestras de sangre antes de comenzar la jornada laboral".

Uno de los mayores quebraderos de cabeza que ha sufrido el COI ha venido de parte de los deportistas sancionados por dopaje que han recurrido a los tribunales ordinarios. El organismo olímpico y las federaciones internacionales intentan que los deportistas renuncien a ese derecho desviando todas sus apelaciones hacia el Tribunal Arbitral de Suiza. Pero los controles de sangre no, son antidopaje oficialmente, sino simplemente preventivos.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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