Un rodillo llamado Barcelona

El duodécimo título de la Liga de balonmano les llegó a los jugadores del Barcelona en un día de descanso. Frente al televisor, o a través de las ondas de radio, recibieron la noticia de que el Ademar de León había perdido en la pista del Caja Cantabria. Como consecuencia, ellos se convirtieron en campeones. Cuando quedan tres jornadas para la conclusión de la Liga, los azulgrana Ilevan una ventaja de siete puntos al Ademar, su más inmediato seguidor. El Barça ha ganado, pues, los dos últimos títulos de Liga habiendo perdido un solo encuentro, en la pista del Ademar esta temporada. Rivera, con 41 títulos en su haber, ha convertido al Barça en un equipo sin techo.Puede que algunos de sus jugadores encuentren sus métodos excesivamerite duros. Valero Rivera no es un entrenador fácil. Tiene unos conceptos muy claros y los aplica con severidad. "La disciplina es fundamental", no se cansa de repetir. Y lo lleva hasta sus últimas consecuencias. Hay ocasiones en que los jugadores lo entienden mal. A veces más de uno se queda con ganas de contestarle. Pero después todos acaban haciendo una evaluación global y no hay ningún argumento que se aguante: los títulos los entierran todos.

El historial de Valero Riveraen el banquillo del Barcelona le acredita como uno de los mejores entrenadores de la historia del club. Sólo José Lorente, en hockey sobre patines, puede mantenerle el pulso. Cuando un técnico es capaz de inscribir 40 títulos en su palmarés en menos de 14 años, hay que descartar el factor suerte o la casualidad.

Rivera ha aportado métodos de trabajo nuevos en la sección de balonmano del Barça. Ha contado con el apoyo incondicional del presidente de la entidad, Josep Lluís Núñez, que siempre le pone como ejemplo de honestidad y eficacia. Pero también él ha debido adaptarse a las condiciones económicas marcadas por las necesidades del fútbol en detrimento de las secciones. En algunas temporadas los presupuestos para el balonmano han descendido hasta un 20%. Pero el equipo no lo ha acusado.

"Una de las claves de nuestra regularidad e haber conseguido que el equipo no envejezca", explica Rivera. "Siempre he procurado ir renovando la plantilla incorporando jugadores que aportaran calidad y juventud. O refuerzos muy concretos para algún puesto, como fueron los casos de Svensson en la portería o de Chepkin en el pívot".

Sin embargo, su aportación no acaba ahí. Valero modificó esquemas de juego y de trabajo. Desde que llegó ha incorporado alrededor de unas 40 jugadas estudiadas a los entrenamientos. Hace un trabajo exhaustivo de análisis con el vídeo. Y se niega a mantener en la plantilla o a fichar jugadores que no tengan un claro deseo de estar en el Barcelona.

Todo eso parece muy simple y sencillo. Elemental. Pero son todas esas pequeñas cosas las que han llevado al Barça a tener una plantilla homogénea, unida y de calidad, que ha convertido el equipo en una apisonadora. "Lo que estamos haciendo no es normal", reconoce Enric Masip, el capitán. "Lo normal es lo que les ocurre a los demás equipos, que pierdan varios partidos a lo largo de la temporada. Pero sólo nosotros sabemos lo que nos cuesta lograr eso: son muchas horas de dedicación y de trabajo que muchas veces no es debidamente reconocido".