Dificultades en el Calderón
El mejor momento. No le pudo venir en mejor momento al Atlético el gol de Esnáider. Hasta entonces habían acusado gran nerviosismo siendo incapaces de dar dos pases seguidos, sometidos al buen hacer de los- holandeses. El agobio se intensificó en el segundo tiempo.Orden y tranquilidad. Tras el gol, el conjunto holandés entró en una fase de absoluto desconcierto que aprovechó el Atlético de Madrid para poner orden y tranquilidad a su juego. Pantic y Caminero comenzaron a participar con cierta continuidad y solvencia para después irse apagando hasta casi desaparecer.
Paciencia infinita. El Ajax hace gala de una paciencia infinita en su juego. Es raro ver a alguno de sus jugadores precipitarse a la hora de efectuar un pase. Todos son expertos en aguantar la pelota con un defensor tras ellos y aseguran la posesión hasta que encuentran la superioridad o el desequilibrio en el uno contra uno.
Por oleadas. Las oleadas ofensivas, de los hoIandeses tras la reanudación resquebrajaron el sistema defensivo del Atlético. La rápida pérdida del balón en las cercanías del área no daban tiempo a desplegarse a los jugadores y además, propiciaron el gol y las numerosas. ocasiones del Ajax en la segunda mitad.
Optimismo. No es un equipo el Ajax que cambie su actitud cuando actúa fuera de su estadio, absolutamente identificados con el juego ofensivo. Aunque el resultado permite ser optimista, el Atlético muy posiblemente volverá a tener grandes dificultades en el Calderón.
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