"Es un tópico que el taxista madrileño engañe a los clientes"

Le va la vida en todo lo que hace. A sus 65 años, Emma Penella sigue siendo un torrente de actriz y de persona. Atrapa al que tiene enfrente con algo tan poco usual hoy día como es la ternura. Exagerada hasta el límite, se deja la piel y el vozarrón sobre el escenario del teatro Español, donde interpreta hasta el próximo domingo a Toñeta, la sirvienta del hipocondriáco Argán, en la obra El enfermo imaginario, de Molière. Fuera derrocha amabilidad con la dependienta de la farmacia, con el camarero que hasta le fía los cafés, con la señora que la reconoce por la calle y hasta con los taxistas que la llevan y la traen. Precisamente, este gremio acaba de premiar su fidelidad.Pregunta. Tiene que ser muy buena clienta...

Respuesta. Eso dicen mis hijas, que me lo han dado porque soy la mujer que más dinero gasta en taxis en Madrid. Pero no es verdad; ellos tienen clientes tan buenos como yo. Los taxistas me quieren y soy una clienta especial, pero en cuanto a cariño.

P. ¿Siempre viaja en taxi?

R. Vivo a las afueras de Madrid y desde hace 24 años viajo en taxi. Soy la clienta número 62 de Radioteléfono Taxi. Es mucho más cómodo que el coche; no tienes que aparcar, preocuparte por la grúa y de esas cosas que amargan a la gente que va al volante. Además son todos muy amables.

P. Habrá de todo.

R. Habrá alguno maleducado, que no sea servicial ni cariñoso, no lo discuto, pero como en todas las profesiones. Es un tópico que el taxista madrileño intenta siempre engañar al cliente, le lleva por el camino más largo, que le quiere cobrar más dinero. Yo hablo mucho con ellos.

P. Con ellos y con todo el mundo.

R. Soy muy extravertida, por eso me funciona bien el hígado.

P. Sin embargo, parece tener genio.

R. Soy perro ladrador, pero poco mordedor, como todas las gordas con voz fuerte. Soy lo contrario de lo que parezco

P. ¿Hacía dos años que no actuaba en teatro?

R. Estoy muy contenta, porque después del anterior éxito de La taberna de los cuatro vientos pensé que no se podía superar, y con esta obra hemos colgado el cartel de no hay billetes. Algo que en Madrid se consigue muy pocas veces.

P. Y ahora se marcha de gira por toda España.

R. Bueno, me voy como una niña con zapatos nuevos a descubrir España. Yo nunca había salido de Madrid. Emiliano [se refiere a su marido, Emiliano Piedra] y yo teníamos arreglado no salir de gira porque me ha gustado bañar a mis niñas. Y ahora, que son mayores y con su permiso, me marcho de gira.

El enfermo imaginario. Teatro Español, calle del Príncipe, 25. Metro. Sol. Hasta el domingo.