Respuestas desiguales
El rompecabezas financiero precisaba ayer respuestas aisladas ante la imposibilidad de obtener una solución al problema global. El dólar sufrió las consecuencias de las retiradas de beneficios, ante lo que parece ser una recomposición de expectativas en función del cambiante panorama europeo, sin olvidar las repercusiones de la masiva repatriación de yenes, ante la proximidad del cierre del año fiscal japonés.La peseta aguantó el tirón junto a las grandes divisas, ante las dudas razonables que existen sobre posibles recortes en los tipos de interés, aunque no en la primera subasta, según los operadores del mercado.
La Bolsa sufrió un castigo espectacular, fruto del optimismo con que se valoraba la cuestión europea al cierre del ejercicio anterior y en los primeros días de enero, y que dio lugar a la recta de aceleración que ahora se cuestiona.
El problema que tienen que resolver los inversores en este momento es el de la adecuación de los medios a unos fines que, según diversas opiniones, han cambiado bastante para la economía española. El precio de la deuda registraba un ligero retroceso que elevó su rentabilidad en dos centésimas. Peor le fue a la deuda alemana. El diferencial entre ambos productos se redujo en una centésima a favor de los activos españoles.
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