FUMAR ES VENIAL

Fumar en presencia de quien no le da al cigarro es, además de una imposición de humo pasivo y una descortesía, una "acción de pecado". Así lo ha escrito el obispo de Cefalú, Rosario Mazzola, en su última carta pastoral. Cuaresma es siempre un momento altamente apropiado para que los obispos se desmelenen en consejos a los fieles, y de hecho, el prelado de Como, Sandro Maggiolini, había ya lanzado su idea de menos ayuno corporal y más abstinencia televisiva, sosteniendo que, con tanta dieta y tanto abdominal machacante, encaminado al mejor mantenimiento del palmito, dejar de comer es más un truco de coquetería que una mortificación cuaresmal. Y si el obispo norteño acusaba a la televisión de ser perniciosa "tanto para la mente como para el espíritu", ahora el obispo de Cefalú elabora una lista de pecados nuevos, además de fumar delante de quien no lo hace: no respetar los pasos de cebra, tirar a la basura comida aún en buen estado, declararse falsamente inválido para cobrar una pensión, dejar de ir al trabajo diciendo que se está enfermo, irse al bar durante el horario laboral o no dar el tique fiscal, con el consiguiente escaqueo con vistas a Hacienda. Los tabaqueros podrían mosquearse. Pero es indudable que el Gobierno italiano (país cuyo Tribunal Supremo acaba de sentenciar, por cierto, que el empresario puede pedir a un trabajador que espíe a un colega para, de confirmarse las hipotéticas sospechas, despedirlo) haría bien en poner un pioso al obispo Mazzola y además llenarle de limosnas hasta el codo.-