El gol de 'la intrusa'

A esa edad en la que las aficiones crecen asilvestradas y espontáneas, corría como una posesa por las calles de Vícar (Almería) para chutar balones. A nadie se le ocurrió torcerle el rumbo cuando, con cinco años escasos se escabullía con su. panda de amigos para jugar al fútbol. María del Mar García Gervilla, de 27 años, dos temporadas en competiciones regionales femeninas, marcó esta semana el gol de su vida en ese campo donde hombres y mujeres se disputan, alternativamente, partidos amistosos y enfrentamientos tan fieros como la final de un Mundial.

Su golazo, a pesar de que Gervilla luce el número 1 como portera del conjunto femenino Club Deportivo Roquetas, llegó el pasado martes, cuando la designaron nueva entrenadora del Roquetas, un equipo del grupo noveno de Tercera División. Una pionera en sentarse en un banquillo del fútbol profesional para dictar la táctica que ejecutarán once hombres, que cuenta con una dilatada experiencia en la preparación de cadetes, juveniles e infantiles en fútbol-sala.

"Soy la primera extrañada por la decisión. Llevo mucho tiempo entrenando y tratando de convencer a los hombres de que estoy aquí, que quiero un puesto. Las mujeres siempre tenemos que luchar más en la vida para lograr algo". A esta máxima no son ajenas todas las oportunidades que pasaron de largo ante sus narices femeninas sin siquiera detenerse, como aquella opción para entrenar un equipo en Vícar. Ella, con experiencia como monitora y entrenadora de equipos infantiles y juveniles, estaba allí sin que nadie se percatase. "Es que ni se les pasó por la cabeza. En el fútbol creo que. ven a la mujer como una intrusa, como si no quisieran aceptarla del todo", reflexiona.

Buen recibimiento

La directiva del Roquetas, tras cesar al- anterior técnico, pensó en ella. Conoce la casa -juega en el equipo femenino- y dispone de un flamante título de entrenadora de Regional Preferente, que obtuvo la temporada anterior. Y, aunque falta la rúbrica oficial del contrato, que se formalizará la próxima semana, sería difícil dar marcha atrás. María del Mar García ya, se presentó el martes a los jugadores: "Me recibieron normalmente. Les pregunté si tenían algún problema por el hecho de que fuese mujer y no dijeron nada. Creo que lo han aceptado bien".¿Las visitas al vestuario?.

"No voy a entrar cuando estén en la ducha, desde luego, pero ningún entrenador lo hace". Ni siquiera su admirado Johan Cruyff, su fetiche personal. "A mí me gusta el fútbol espectáculo. El juega, a ganar y, además, te divierte. Yo también soy de las que arriesgan". La pasión por el riesgo de María del Mar García se manifiesta en distintas esferas: en el fútbol atacante, en el empeño en abrirse un hueco en un mundo misógino y en su propia actividad, profesional. También es de las escasas mujeres dueña de un invernadero -cultiva tomates en unos. 700.000 metros cuadrados-.

En cualquier caso, la entrenadora no desea prebendas ni "miramientos especiales", aún a sabiendas de que su sexo la catapulta hacia el ojo del huracán: "Sé que me van a mirar con lupa, me van a perdonar menos y cualquier pequeño detalle lo recriminarán más, pero me alegro por todo lo que esto significa para las mujeres que aspiran a estar en el fútbol".

El primer examen de García llegará el primer domingo de marzo, cuando el Roquetas, situado en la décimocuarta posición con 32 puntos, reciba en casa al Motril. Las metas, a estas alturas, ya son de un modesto realismo: "Aunque ya está muy avanzada la competición, mi objetivo es mantener al equipo en Tercera y situarlo. en el mejor lugar posible".

Además de abandonar, al menos temporalmente, la portería del equipo femenino, donde ha sido de las más acribilladas de la categoría, María del Mar Gervilla tendrá que acostumbrarse a seguir el fútbol desde el banquillo, esa parte del campo más desgastada e ingrata, con la que nunca soñó cuando le pateaban las espinillas de pequeña mientras algún compañero trataba de driblarla.