El gran reparto de Almodóvar

Luces barrocas, y ausencia de colores pastel: Ángela Molina, con abrigo de leopardo; Francesca Neri, de rosa fucsia y sombrero negro; Pilar Bardem, superminifalda y zapatos de plataforma verde fosforito y naranja chillón, y Penelope Cruz, embarazada de nueve meses, bajan por las escaleras de un viejo caserón. Las actrices acaban de rodar en Madrid una escena de Carne trémula, la nueva película de Pedro Almodóvar. Instantes antes de la irrupción de las chicas bajó las mismas escaleras el director, acompañado de los chicos del filme: Javier Bardem, Pepe Sancho y Liberto Rabal, nieto de Francisco Rabal y el último en incorporarse a un rodaje que ya dura tres semanas y que, como todas las películas de este director, ha tenido su parte dramática con la salida del filme de Jorge Sanz. "Me equivoqué", declaró ayer Almodóvar en la presentación de su nuevo trabajo. "Fue un error mío, no de Jorge Sanz, pero son accidentes que ocurren. Le sigo queriendo y ad mirando, pero no daba el físico adecuado".El director descubrió que se había equivocado de actor al poco de iniciarse los ensayos en medio de las sesiones de maquillaje y peluquería. Almodóvar buscaba para el personaje de Víctor "la inocencia que da la juventud de Liberto", y se encontró con la experiencia de Jorge como actor y como persona.

El filme se inicia con una mala noche de enero de 1969 en Madrid, poco después de decretarse el estado de excepción; esa noche nace el personaje que interpreta Liberto Rabal, "un chico sin suerte durante los primeros veinte años de su vida", y termina otra noche bien distinta, 27 años después, con el nacimiento del hijo del protagonista. La historia transcurre en torno a un triángulo de odio y de pasión, interpretado por Liberto Rabal, Javier Bardem -un policía parapléjico tras recibir un balazo en la columna-, y Francesca Neri -que acaba convirtiéndose en la esposa del policía- La carne trémula a la que hace referencia el título les pertenece a todos los personajes de la película: "Es el temblor del deseo y de la pasión, no el de la celulitis", aclaró Amodóvar, sentado con los actores en torno a una mesa con unos manteles de plástico estampados en flores.

Como en todas las películas de este director, Carne trémula no se adscribe a un género determinado, aunque se trate de un thriller que se mueve en el terreno del deseo. El guión es obra del propio director sobre una novela de Ruth Rendell que le apasionó nada más leerla. "En el guión todo está perfectamente diseñado, pero la película está viva, y cuando la pones en contacto con el momento que viven los actores, las cosas cambian. Le dejo al rodaje que palpite". El realizador, que se se definió como absolutamente manchego y español, aclaró que si ha elegido a una autora inglesa es porque se nutre de lo que ve, lo que lee y lo que sueña, siempre que le estimule lo suficiente. La adaptación que ha realizado de la obra, en la que ha colaborado también el escritor Ray Loriga, es tan libre que, a su juicio, ni siquiera hubiera sido necesario pedir los derechos.

Como en todas sus películas, Almodóvar tiene, a sólo siete semanas para, acabar el rodaje, dudas con el título. Al director de La ley del deseo le gustan los errores, y a punto estuvo de titular el filme Carmen trémula, tras equivocarse una secretaria en la transcripción del título. Antes había desechado Carne de cañón porque su hermano le dijo que no a un título almodovariano. "A estas alturas ya tengo problemas de identidad sobre si soy o no soy lo bastante almodovariano, lo único que puedo decir es que me gustan los títulos abstractos". Como le apasionan las historias de amores que no perduran en el tiempo: "¿Dónde está la tensión en una pareja feliz? No tengo un sentimiento pesimista de la vida, pero la pasión pasa por zonas muy oscuras".

La elección de los actores se realizó en función de los personajes. "Son actores con los que siempre soñé. No importa que no hayan trabajado antes conmigo. Eso de las chicas Almodóvar es otro de los lugares comunes que se me atribuyen".

En relación con las declaraciones realizadas por el actor Antonio Banderas en las que se ofrecía para rodar de nuevo con él, Almodóvar aclaró que esas cosas las dice "con la boca pequeña", aunque sería bueno que volviera a rodar en su idioma.