Arbolillos-estorbo
El odio y el desprecio a los viandantes por parte de quienes hoy gobiernan el Ayuntamiento de Madrid alcanza una de sus más cargantes expresiones en esos arbolillos-estorbo que, con sus obstaculizadores alcorques, están siendo incrustados en estrechas aceras, lo que crea trastornos y problemas a quienes van por ellas, y más aún si se trata de personas de avanzada edad o con minusvalías.Yresultando particularmente temibles tales arbolillos-estorbo en aceras de poca anchura para las amas de casa que caminan con sus carritos de la compra y para las madres que intentan andar con los cochecitos de sus niños por este Madrid cada vez más intransitable, entre unas cosas y otras.
Y mientras se nos fastidia así con semejantes arbolillos antipeatones, se da el absurdo contrasentido de los espacios-chicharrera, sin apenas vegetación, que abundan en no pocos de los parques que se han hecho en los últimos tiempos.-
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