UN GOLPE BRUTAL
Un balón dividido, un salto y un choque brutal, cabeza contra cabeza, entre Djukic y Naybet. Eso sucedió ayer en San Lázaro. La peor parte se la llevó el yugoslavo, que se rompió los huesos propios de la nariz con desviación del tabique nasal y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Al marroquí se le tuvieron que aplicar tres puntos de sutura. En la imagen, Djukic, con la cara ensangrentada, es retirado en camilla tras el golpe.
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