Otra vez pañuelos para el inglés

No hay partido sin pañolada. Pasó ante el Celta, el Hércules y el Oviedo. Tres de los últimos cinco encuentros disputados en el Camp Nou -los otros dos fueron ante el Rayo y el Madrid- acabaron así. Ayer no podía ser menos. Y eso que el público había acudido con el deseo de vivir la fiesta en paz y con ganas de ayudar al equipo. No hubo ni pancartas de protesta -las cinco que se desplegaron fueron del Grupo de Apoyo y Justicia a Bobby Robson- y se oyeron pocos silbidos. El Barça jugó mal pero el pinchazo del Madrid amplió el crédito del entrenador y el equipo.La hinchada se mantuvo fiel a los jugadores y con ansias de aplaudir cualquier filigrana de un deslucido Giovanni, un gesto de Celades o un regate de Luis Enrique. La Grada Jove coreó a cualquier jugador que se le plantó delante y ahogó algún que otro abucheo.

El Barça acabó acorralado, jugando sólo con 10, sufriendo y temiendo que cualquier rebote acabara como el día del Hércules o del Oviedo. Robson acabó por agotar la paciencia del público al sustituir en el descuento a Ronaldo por Amunike, cada vez más indentificado como el símbolo del técnico británico, La paz se rompió con estruendo y el Camp Nou despidió otra vez, por cuarta vez este año, al entrenador metiendo la mano en el bolsillo.

Guardiola valoró los efectos de la victoria sobre el Racing: "La tranquilidad que no teníamos ayer, que no teníamos hace un par de horas, no la vamos a tener ahora por ganar un partido. El jueves tenemos que ganar un partido durísimo en San Sebastián para mantener una regularidad".

Preguntado sobre el momento por el que atraviesa el equipo, con un debate intenso y permanente sobre la continuidad de Robson, respondió: "No es fácil vivir en esta tesitura en la que todos le ponen contra las cuerdas. Él sabe que lo defenderemos en el campo. Nuestra disposición -pese a que no me gusta hablar de la entrega porque se ha de dar por supuesto- ha sido muy buena y hemos dado un plus en este sentido. Pero la única forma de conseguir que todo s tengan tranquilidad es que ganemos".

Celades, que volvió al equipo cuatro meses y medio después de su última aparición -no actuaba desde el 2 de octubre contra el Tenerife-, explicó: "Se acusa mucho la falta de ritmo y competición. Pero para eso me preparo. Pero no he estado nervioso. Una cosa es que no salgan las cosas y otra estar nervioso. Al principio no he jugado como quisiera pero luego creo que he estado un poco mejor".

Ronaldo elogió ayer la actitud del público y admitió sus errores: "El resultado ha sido lo más importante ya que hemos tenido pocas oportunida des. Fallé una en el primer tiempo. Luis Enrique estaba solo pero no lo ví y fallé. Tuvo razón con la bronca que me dio". Robson argumentó los motivo por los que relevó al delantero brasileño al que ha bía pedido que hiciera un partido mágico: "Era el último minuto, teníamos diez jugadores y estaba un poco cansado y tenía una tarjeta. Ha sido una decisión inteligente. En Italia se suele hacer este tipo de cambios. Se va ganando y se intenta parar un poco el partido". Ronaldo le dio la razón a su entre nador: ' 'En los últimos cinco minutos sí estaba cansado. Es tábamos con diez y tenía que dedicarme a marcar a un rival. No tengo esa característica y me cansé un poco". Ayer, desde Brasil, Zagalo ratificó que piensa convocar tanto a Ronaldo como a Giovanni para un partido internacional contra Polonia.