Escuela de "camineros"

, Son los futuros López, Kiko o Caminero. Una treintena de jugadores de la cantera del Atlético de Madrid están concentrados desde la pretemporada en un colegio-club deportivo de Alcorcón (142.000 habitantes), donde distribuyen su tiempo entre el balón y los libros de texto. Vienen de distintos puntos del país, unidos por una pasión común: el fútbol.

Su edad ronda los 20 años. Juegan en categorías que van desde la Segunda División hasta los cadetes. Éste es el primer año que están reunidos los que vienen de fuera de Madrid en una misma residencia. Antes se distribuían en pisos de la capital. Ahora duermen tres por habitación. "Al principio cuesta mucho separarse de la familia y la novia", explica Juan Rodríguez, Ivo, lateral izquierdo, barcelonés, de 18 años.

Su jornada comienza a las 8.30 horas. Tras desayunar, los mayores se marchan a entrenar mientras los más jóvenes se centran en las clases. Por la tarde intercambian las actividades. El equipo se encarga de pagarles los estudios y la residencia. Además reciben un sueldo que como mínimo es de 20.000 pesetas. Con él pagan el abono-transporte y gastos como la cuota del teléfono móvil, que tiene uno de cada tres. También pueden ver gratis al primer equipo cuando juega en el Vicente Calderón y usar las instalaciones cuando quieran.

Pero no todo son facilidades. Unos se quejan porque la comida no es especialmente buena y otros porque tienen que estar todos los días a las once de la noche en la residencia. Y casi todos coinciden en que no conocen a las figuras del primer equipo: en toda la temporada ninguna estrella les ha visitado. "Nos gustaría poder entrenarnos o jugar de vez en cuando con los grandes, motiva mucho", señala Fernando Cano, libre cedido al Moscardó.

Sus muchas ocupaciones les impiden conocer Madrid o el propio Alcorcón. La mayoría ignora que a cinco minutos de paseo tienen el tercer teatro más grande de la Comunidad, el Buero Vallejo. Lo que más les suena son los centros comerciales de Parque Oeste o la zona de bares del barrio Parque de Lisboa. Y es que la Liga, los partidos y sus jugadas les absorben por completo.