Una mirada a nuestro interior
Presumiblemente, un vasco ha matado a mi cuñado Patxi; otros vascos han asesinado a un trabajador en Granada y a un magistrado en Madrid. También son vascos quienes tienen secuestrados a Ortega Lara y Cosme Delclaux. Y, obviamente, no todos los vascos actuamos así ni la gran mayoría de los vascos acepta, en ningún caso, esos métodos.¿Qué nos pasa, entonces? ¿Por qué no somos capaces de mirar hacia nosotros mismos y damos cuenta de que el problema está dentro de nuestro colectivo?
Durante un largo periodo venimos mirando al exterior, hacia nuestras buenas o malas relaciones con Castilla y otras regiones para descargar nuestras frustraciones. Si algo no nos funciona, echamos la culpa a los demás: "No nos comprenden", "somos un pueblo al que no se le reconocen sus derechos y su libertad".
Falseando nuestra realidad pervertimos nuestro futuro. Tenemos que abandonar la fea costumbre de remitir a los demás nuestros fracasos. Dejar de apuntar a Madrid y dirigir la mirada inquisidora al corazón de nuestro pueblo.
El olvido corre más rápido que la historia. Porque ¿quién podría pensar hace 20 años que estaríamos hoy manifestándonos en favor de la libertad de una persona secuestrada por aquéllos por cuyos derechos humanos nos manifestábamos entonces? ¿Y que éstos mismos iban a increpar y agredir a quienes no pensamos como ellos?
Desgraciadamente, parece que la historia de nuestro pueblo (repleta de luchas intestinas) se empeña en repetirse. Evitarlo pasa por un resurgimiento de los principios morales y la creencia en valores supremos como la vida. El respeto a la vida es anterior a otros valores como el diálogo y la negociación. Y, si no hay unanimidad en la aceptación de este principio, está claro que el problema está en nuestro interior, que es nuestro.
Estas reflexiones, producto de, la emoción y el sentimiento por la pérdida violenta de un ser querido, no son nuevas; pero sí necesarias. Su asunción podría constituir un amplio punto de partida desde el que construir un futuro de paz y convivencia en el que no quepa este horrible monstruo que en Euskadi devora a sus hijos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Cinco Navidades a oscuras en la Cañada Real
Elon Musk acelera en la OPV de SpaceX y presume del fuerte crecimiento de su negocio de internet satelital
Una mesa de Navidad más cara: los precios de la carne alcanzan máximos históricos este 2026
Javier Pérez (Political Watch): “La democracia tiene que volver a seducir”
Lo más visto
- El PP de Almeida vota en contra de dedicarle a Robe Iniesta un centro juvenil porque antes quiere hablarlo con su familia
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la pedrea con la lista de números premiados
- Trump anuncia la construcción de un nuevo tipo de buques de guerra que llevarán su nombre: “Serán los más grandes y poderosos de la historia”
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- “¿Qué se siente al ser un fracaso?“: cómo la protagonista de ‘Showgirls’ superó la humillación y abrazó la película




























































