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La ciudad de Brcko queda en manos serbias y bajo supervisión internacional

Un tribunal arbitral internacional ha decidido dejar la estratégica localidad de Brcko, en el norte de Bosnia, en manos de sus ocupantes militares serbios desde 1992. Pero los refugiados musulmanes y croatas podrán teóricamente volver a la ciudad, que estará temporalmente bajo la administración de un supervisor internacional, probablemente estadounidense. La decisión, que se hará pública hoy en Roma, satisface más a los serbios que a los musulmanes.

, Pese a su condición de patata caliente, el desenlace es el único que se barajaba como realista, al margen de las reivindicaciones del Gobierno de Sarajevo y las amenazas serbobosnias de reemprender la guerra.La comisión de arbitraje presidida por el abogado estadounidense Robert Owens, nombrado por el Tribunal Internacional de Justicia, e integrada por un representante de la Federación de musulmanes y croatas de Bosnia y otro de la Republika Srpska (serbobosnio) debía haber hecho público su veredicto en diciembre de 1996. Pero el empantanamiento de las discusiones y la escalada de la tensión entre las partes aconsejó demorar la solución del último fleco irresuelto de los acuerdos de paz de Dayton, de noviembre de 1995, y uno de los más potencialmente explosivos.

Las fuerzas estadounidenses de la OTAN en la región, junto con las británicas, fueron puestas ayer en estado de alerta. El general William Crouch ha prohibido todo movimiento militar en los alrededores de la ciudad. Los soldados de EE UU desplegados en el área serán los encargados de velar por la aplicación del arbitraje, que puede ser revisado en un plazo máximo de un año a la luz de la situación.

Los representantes de los musulmanes arrojados de sus casas durante la guerra ya han anunciado su intención de marchar sobre la ciudad, advirtiendo a las tropas estadounidenses "que no se interpongan en nuestro camino". Sarajevo guarda silencio, pese a que el presidente Alia Izetbegovic amenazó en enero con dimitir de la jefatura de Estado colegiada si Brcko quedaba en manos serbias.

La población de la ciudad es de unas 30.000 personas, la mayoría serbios que abandonaron Sarajevo ahora hace un ano a instancias de sus dirigentes. En abril de 1992, cuando fue conquistada por las tropas yugoslavas, que se la entregaron después a las fuerzas de su aliado Radovan Karadzic para su purificación étnica, Brcko contaba con 87.000 habitantes, de los que sólo un 21% era serbio. Este porcentaje no ha impedido a Pale alimentar el mito de un "Brcko serbio durante siglos".

La ciudad, único puerto bosnio sobre el río Sava, está situada en un angosto corredor que conecta umbilicalmente Pale con Banja Luka, las dos mitades de la Republika Srpska (una de las dos partes de Bosnia) y a ésta con la propia Serbia.

La propaganda serbobosnia ha voceado que la devolución de Brcko a musulmanes y croatas, mayoría en sus suburbios, constituiría casus belli. Pero no hay ninguna duda sobre quién ganaría una eventual batalla por Brcko: el corredor es absolutamente vulnerable a la pinza de las tropas croatas por el norte, y de musulmanes y croatas de Bosnia, rearmados, por el sur.

El meollo del pronunciamiento arbitral de hoy es la decisión de permitir el regreso de los habitantes expulsados, algo que hasta ahora no ha funcionado en el resto de Bosnia. El gobernador de la ciudad tendrá durante su mandato autoridad sobre la policía local serbia. Y a unos kilómetros, y a su disposición, los M-1 Abrams de la base McGovern.

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