El técnico dice no tener miedo a ser cabeza de turco
, Pasadas las seis de la tarde, Bobby Robson, acompañado de su ayudante José Mourinho, abandonó el despacho profesional del presidente Josep Lluís Núñez con una abierta sonrisa. Con una bolsa colgada del hombro, el técnico británico, que había dirigido horas antes el entrenamiento en el Camp Nou, atendió en inglés a los periodistas que le aguardaban intentando dar una forzada imagen de tranquilidad. De camino hacia el aparcamiento donde estaba su automóvil, Robson negó con insistencia que su cargo peligrara, pero admitió: "Soy consciente de que se puede buscar un culpable, pero no tengo miedo de que el culpable sea yo".Fue casi su única concesión a indicar si había ocurrido algo anormal. "La directiva mantiene la misma. postura de hace dos días y no hay ningún problema", dijo. Pero, ¿es normal una reunión de seis horas a mitad de la temporada?, se le preguntó. "Regular", dijo riendo, "ni siquiera hemos comido". Y a la pregunta de si estaba seguro de acabar su contrato con el Barca, dijo: "Confío en ello". Pero sabe que está en el ojo del huracán: ayer volvieron a aparecer pintadas contra él y Núñez en las paredes del Camp Nou. Robson zanjó con un escueto "non comment" el rumor de que la directiva pensaba en el croata Ivic como su posible sucesor en el puesto. "Hemos hablado de un montón de cosas, muchas de ellas relacionadas con el fútbol y otras no", insistió. Dejó claro que piensa seguir en el club azulgrana y desmintió que el Newcastle le haya tanteado dé nuevo para dirigir su escuela de fútbol: "Mis conversaciones con ese club inglés acabaron hace tres semanas. Kenny Dalglish está allí y mi corazón está en Barcelona". No pudo por menos que hacer una breve alusión al derby que ha acabado por zarandear su futuro: "Fuimos perjudicados por los penaltis y la expulsión. ¿Sabe?", le dijo a un periodista, "no todo el mundo sabe de fútbol".
Viaje a Inglaterra
No hubo tiempo para más. El entrenador se introdujo en el aparcamiento mientras Mourinho asistía silencioso a la conversación. "Si ha habido rumores sobre nuestra destitución?", dijo el portugués repitiendo una pregunta. "Eso ocurre desde agosto. Yo también lo digo en serio". Robson dudaba en tomar el avión anoche mismo o aplazar hasta hoy su viaje a Londres para presenciar el Inglaterra-Italia, que se disputará mañana. Ésa fue la excusa que dio Gaspart cuando aclaró por qué la comisión técnica, integrada por él mismo, Núñez, Robson y Mourinho, se reunió ayer en lugar de hacerlo, como acostumbra, los martes. Todo indica que Robson no dirigirá la sesión de mañana y que reanudará su actividad en el Camp Nou el jueves.
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