El integrismo moderado opta por primera vez al Parlamento de Rabat

Por primera vez en la historia de Marruecos, una formación integrista moderada tratará de estar presente en el Parlamento de Rabat. Los dirigentes del Movimiento Popular Democrático y Constitucional (MPDC) han hecho pública su decisión en un momento aparentemente adverso, mientras el Gobierno de Hassan II intenta acallar el griterío de los integristas radicales, que se manifiestan en las principales universidades del país. Las elecciones han de disputarse antes del verano.

, "Nosotros no queremos tomar el poder. Nos contentamos con obtener entre 20 y 30 diputados [el Parlamento está constituido por 333 escaños] en las próximas elecciones legislativas, que está previsto celebrar antes del verano", asegura a EL PAÍS uno de los portavoces de la organización islamista moderada.El MPDC es una vieja formación que fue fundada en 1967 por el doctor Abdelkrim Al Jatib, el máximo responsable del Ejército de Liberación Marroquí en las provincias del Norte. El doctor Al Jatib, que goza de un gran prestigio en la corte de Rabat, ostentó en tres ocasiones cargos públicos: dos como ministro y una tercera como presidente del primer Parlamento, el que siguió a la declaración de independencia.

Abdelkrim Al Jatib, que tiene 71 años, se prepara ahora para volver a la escena política, al frente de su viejo partido reactivado y renovado recientemente gracias a la presencia de un grupo de jóvenes y ambiciosos militantes islamistas moderados de la asociación Reforma y Renovación, con los que en junio de 1996 firmó un pacto de colaboración, que le reservaba la secretaría general.

El doctor Abdelkrim Al Jatib es, en opinión de algunos analistas, el mascarón de proa o la pantalla de una operación de envergadura, que pretende llevar a los integristas moderados hasta el Parlamento de Rabat y aislar a los radicales. Uno de los cerebros principales de esta operación es el profesor Abdelilah Benkirán, un conocido y veterano militante islamista, profesor de Física en Rabat, formado en la organización radical Juventud Islámica, que abandonó en los años ochenta, cuando aquélla propugnó la lucha armada.

Abdelilah Benkirán defiende desde hace años una vía islamista moderada, posibilista y pragmática, a través de su propia asociación religiosa, Reforma y Renovación, y de su periódico Arraya (La Bandera), con una tirada de 15.000 ejemplares.

"Estamos dispuestos a participar en la vida política democrática de Marruecos, pero con cautela, de acuerdo con nuestras posibilidades. Por ahora sólo lo haremos de manera limitada, por eso sólo aspiramos a esa veintena o treintena de diputados. Nuestro objetivo y actividad principal continuará siendo la difusión del islam a través de nuestra asociación cultural, religiosa y benéfica, que permanecerá al margen de la política", asegura Abdelilah. Benkirán.

Estos islamistas moderados se confiesan tolerantes en sus costumbres y creencias, y se declaran firmes y convencidos defensores de la institución monárquica, lo que los diferencia de otros grupos integristas radicales, especialmente de la organización Justicia y Caridad, que dirige Abdesalam Yassin, que no cesan de dirigir sus críticas hacia Hassan II.

"Nuestra participación en las próximas elecciones legislativas está ya decidida, pero estamos pendientes de la autorización del Gobierno. El permiso llegará de las más altas instancias del país, en cualquier momento", afirma el profesor Benkirán, mientras observa con preocupación la aparición de dos fenómenos políticos adversos: los acontecimientos de las universidades de Casablanca y Marrakech, promovidos por los estudiantes integristas radicales, y la reacción airada de un Gobierno que no ha dudado en calificar al movimiento islamista de "corriente oscurantista".