Una pandilla de muchachas atemorizaba a las chicas de un instituto con sus robos

, Las llamaban Las Vanesas. Eran cinco, la menor de 14 años y la mayor de 17. Altivas, gritonas y de guantazo fácil, durante meses sembraron el miedo entre las adolescentes del instituto Pradolongo, en Usera. Un régimen de terror que esta pandilla impuso con robos, insultos y coacciones y que el lunes se vino abajo cuando la policía las detuvo. Dirigida por una auténtica tigresa, -"medio barrio le tenía miedo", dijo la jefa de estudios del instituto-, la banda actuaba en los aledaños del centro en el que estudiaban dos de sus integrantes. Unas simples zapatillas o un plumífero bastaban para despertar su codicia profunda y empujarles a expoliar a sus víctimas. Estos robos llegaron a conocimiento de los profesores el 27 de enero. Ese día, dos alumnas se enzarzaron en una pelea leonina. Los docentes, al investigar, descubrieron que una estudiante había intentado robar la chaqueta a otra y que ésta, al resistirse, había sido vapuleada. Paralelamente, los padres de otra alumna denunciaron en comisaría un caso similar.

Las muchachas, que ya han recobrado la libertad, parece que han abandonado sus robos. A la única alumna que fue detenida, el instituto le ha impuesto la obligación de acudir todas las tardes de las próximas tres semanas a estudiar al centro.