Anasagasti admite que no hay garantías de que el diálogo acabe con la violencia
, lñaki Anasagasti, portavoz parlamentario del PNV, aseguró ayer que lo único que ha hecho su partido "es pedir reflexión para ver si ha llegado el momento de buscar otro tipo de vías, porque la situación es absolutamente insostenible". No obstante, reconoció que "no hay ninguna garantía" de que esta iniciativa, de ponerse en marcha, pueda acabar con la violencia. La mayoría de los partidos han descalificado duramente el documento de los nacionalistas vascos. Anasagasti cree que estas críticas obedecen a "propuestas preconcebidas sin haberlo analizado".
Ramón Jáuregui, líder de los socialistas vascos, dijo ayer que la propuesta del PNV es un "error" que, "sin matices, sin condiciones, rompe o violenta un punto básico del Pacto de Ajuria Enea, aquél en el que se acepta una solución dialogada, pero condicionada a un final de la violencia". Hacer público ahora este documento "no parece lo más congruente", según Jáuregui, "con el deseo de que la Mesa celebre su próxima reunión en el mejor espíritu de entendimiento". "No estoy de acuerdo con ninguna fuerza política que se sitúe de manera equidistante entre los terroristas y los demócratas", enfatizó el también socialista Joaquín Almunia. El coordinador general de IU, Julio Anguita, consideró: "Serenamente, y sin intentar polemizar con [Xabierl Arzalluz, no es posible dialogar con una banda terrorista porque no representa a nadie ni a nada, sólo al asesinato". Carlos Garaikoetxea, presidente de Eusko Alkartasuna, indicó que, aunque no está "en desacuerdo con la cuestión de fóndo", la propuesta es una "improvisación poco responsable".
En opinión de Pablo Mosquera, secretario general de Unidad Alavesa, "estamos ante una jugada que coloca al Pacto en fuera de juego, que parece dirigida por alguien con interés en que desaparezca".
