EE UU superó previsiones y creció un 2,5% el año pasado

, La economía de EE UU creció un envidiable 4,7% en el cuarto trimestre de 1996 después de un verano y comienzo de otoño de letargo, en el que el incremento del PIB se quedó en el 2,1%. La cifra provisional facilitada ayer por el Departamento de Comercio, deja el índice anual de 1996 en el 2,5%, medio punto más que en 1995.

La buena salud de la economía, gracias al tirón del consumo navideño y al aumento de las exportaciones, renuevan la inquietud sobre los tipos de interés. El suspense se mantendrá hasta la reunión de la Reserva Federal [Banco Central], la próxima semana, aunque la inflación sigue bajo control, con una subida del 2,1% en 1996. Aprovechando que ayer se estrenaba la nueva versión de La Guerra de las Galaxias, el vicepresidente Al Gore celebró las noticias económicas y dijo: "La fuerza está con nosotros".

El crecimiento sorprendió a los analistas de Wall Street, que habían pronosticado una subida del 3,8% para el último trimestre. Pero los frenos que los consumidores se habían impuesto en el tercer trimestre saltaron por los aires en cuanto se acercó la campaña de compras navideñas.

A esto se le unió un boom de las exportaciones inmediatamente antes de la reciente subida del dólar, unos mercados de valores que no parecen tener límites en su euforia y un invierno cuyas temperaturas prematuramente gélidas elevaron la demanda de productos energéticos.

El gasto de los consumidores dio un fuerte salto adelante, de 5.900 millones de dólares (814.000 millones de pesetas) en el tercer trimestre a 9.700 millones (1,33 billones de pesetas), gracias al dinamismo de la campana navideña, que comenzó a finales de noviembre y mantuvo un ritmo sostenido de compras durante todo un mes.

El otro motor que ha hecho crecer la economía han sido las exportaciones, que habían caído en el tercer trimestre un 0,9%, hasta los 1.800 millones de dólares (248.000 millones de pesetas). La subida de la etapa final del año alcanza casi los 12.000 millones (1,65 billones de pesetas), un espectacular incremento del 25,5% que se complementa con una caída. de las importaciones.

La presión de la economía no está a tope, como lo demuestran el descenso de las inversiones en nuevas plantas y equipos y en la construcción de nuevas viviendas, dos índices que habían sido parte importante de la expansión de los últimos cinco años. Al tiempo, la necesidad de reponer los inventarios después de la fuerte demanda navideña permite pronosticar un ritmo sostenido de producción para los próximos meses.