Los partidos del tripartito vasco piden debatir la autodeterminación en el Pacto

Portavoces de las tres formaciones que sostienen al Gobierno vasco, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), el Partido Socialista (PSE-PSOE) y Eusko Alkartasuna (EA), pidieron ayer al lehendakari, José Antonio Ardanza, que reúna al Pacto de Ajuria Enea para analizar problemas urgentes como el de la violencia callejera, pero dentro de un orden del día variado y en el que no se omitan los asuntos que les enfrentan, como la autodeterminación. Todo ello, dentro de un trabajo más global y continuado en el tiempo y que permita diseñar una estrategia común para cuando sea posible abordar un final dialogado de la violencia.

El almuerzo de trabajo que ayer reunió en Vitoria a José Antonio Ardanza con el portavoz de la Ejecutiva del PNV, Joseba Egibar; el secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, y el número dos de Eusko Alkartasuna, Inaxio Oliveri, sirvió para apoyar el criterio de la presidencia de un orden del día múltiple.Se trata de recuperar la propuesta jara el debate que el lehendakari, que hoy recibirá a los representantes de Izquierda Unida (IU) y Unidad Alavesa (UA) lanzó a los miembros de la Mesa del Pacto de Ajuria Enea, a principios del pasado año, para trabajar de forma continuada en el diseño de una estrategia global y consensuada con vistas a un eventual final dialogado de la violencia.

Entre esos temas estarían, entre otros, las algaradas, la política penitenciaria, Navarra y la autodeterminación, pero sin estudiarlos de forma monográfica para evitar atascos ideológicos que frenen el ritmo de los trabajos.

Los partidos del Gobierno tripartito de Euskadi entienden que hay que comenzar de esa forma la denominada segunda fase del Pacto. "No se deben poner vetos al debate", declaró ayer el portavoz del PNV, Joseba Egibar. "Tenemos que estar preparados para desenvolvernos en el consenso y en el disenso", añadió.

Los diferentes portavoces se habían enzarzado en los últimos días en una nueva batalla dialéctica sobre la conveniencia o no de convocar al Pacto para tratar de forma monográfica la violencia callejera, tal y como propuso el PP. Una pugna en la que la presidencia del Gobierno vasco tomó partido para descartar una reunión dé ese tipo que concluya con un "simple" comunicado.

En las dos últimas reuniones del Pacto, convocadas al ritmo que impuso la actualidad, los partidos aparcaron el orden del día pactado para tratar problemas puntuales. En junio de 1996, tras la tregua de una semana ofrecida por ETA, ofertaron un final dialogado si los terroristas abandonaban las armas. En agosto, el revuelo causado por la excarcelación del general de la Guardia Civil Enrique Rodriguez Galindo y la no desclasificación por parte del Gobierno central de los papeles del Cesid solicitados por varios jueces, produjo un sonoro desacuerdo entre ellos. "No se puede repetir un escenario de ese tipo en la Mesa. Hay que trabajar de otra manera", indicaron ayer fuentes de Ajuria Enea a pesar de que entonces el PP acusó al PNV de "favorecer" la reunión para "presionar al Gobierno de Aznar".

El portavoz de la Ejecutiva socialista, Fernando Buesa, también se mostró partidario de convocar la Mesa "sólo cuando se, haya madurado lo suficiente como para que tenga éxito".

Fuentes de Ajuria Enea descartaron una convocatoria inmediata de la Mesa, aunque los partidos barajan la segunda quincena de febrero como el periodo más probable para la misma.