El 'comando Madrid' ocultó explosivos en el último piso localizado
La Guardia Civil ha comprobado que el comando Madrid de ETA ocultó material explosivo en el piso de la calle del General López Pozas localizado la semana pasada a raíz de una orden judicial de desalojo de los inquilinos por impago de la renta. Según fuentes de la investigación, en la vivienda se halló una caja de madera que, una vez sometida a análisis, se ha demostrado que contuvo sustancias explosivas, con el consiguiente riesgo para los demás vecinos del inmueble.El instituto armado está tratando de identificar "numerosas" huellas dactilares localizadas en el piso. Aunque ayer la búsqueda no había dado aún resultados positivos, los encargados del caso sospechan que alguna de estas impresiones digitales pertenece a activistas liberados [a sueldo] de la organización terrorista. Entre ellas podría haber una mujer que residía de forma estable en el apartamento, equipado con dos camas y una supletoria.
Antes de abandonar el piso, el comando intentó limpiar las huellas dactilares, como se ha demostrado a través de la inspección practicada por los especialistas de la Guardia Civil. Pese a eso, ya han sido plenamente identificados Francisco Javier Gallaga, cuya fotografía aparece en el DNI falso usado para arrendar la vivienda, junto con Idoia Martínez García y Jon Bienzobas Arretxe, Karakas. Las huellas de este último fueron localizadas en un vaso de vidrio que los terroristas dejaron sin lavar.
Un trozo de papel
Antes de huir, los etarras recogieron las armas, los explosivos y el material informático, limpiaron la vivienda y sólo dejaron abandonadas unas ropas. Pero tras la inspección policial se encontró un trozo de papel, parte de otro más grande, en el que figuran unas cuantas palabras inconexas y sin sentido aparente, según fuentes policiales. No obstante, el estudio caligráfico de este escrito podría permitir identificar plenamente a su autor, sospechándose que se trata de Francisco Javier Gallaga.Guardias civiles de la 111 Comandancia (Madrid interior) descubrieron el escondite etarra al proceder a cumplir la orden de deshaucio dictada por un juez de Zamora después de que el propietario de la vivienda denunciara a sus inquilinos por impago de la renta. Estos abandonaron el apartamento en torno al mes de abril del año pasado, al mismo tiempo que otro grupo terrorista se marchó de otro piso de la calle del Doctor Fleming que fue desmantelado por la policía el pasado noviembre.
El descubrimiento de las dos viviendas y de otra de la calle de Orense está resultando útil para conocer los integrantes y las formas de actuación del comando Madrid. Una de las cosas que más ha sorprendido a Interior es la proximidad existente entre esos pisos y que los miembros de ETA se oculten ahora en zonas de alto nivel social, en contra de sus métodos habituales.
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