Un récord al galope

A lomos de Ramix y Fresnedoso, dos caballos pura raza española, Carmen de la Peña, ganadera salmantina de 24 años, ha recorrido las carreteras de España durante 16 meses y nueve días. La colosal cabalgata de 18.350 kilómetros concluyó ayer en las calles de Madrid. La amazona, recibida con honores por cientos de ganaderos, des cansó por fin ayer en la plaza de la Villa: "Espero que esto sirva para valorar a nuestros caballos españoles", sentenció. La gesta des banca del libro de los récords al jinete argentino Gatomancha, que en 1920 viajó en una yegua desde Buenos Aires a Washington (16.000 kilómetros).El 16 de septiembre de 1995 comenzó la travesía en Salamanca, con un presupuesto de 15 millones. Cada día, la amazona recorría entre 40 y 50 kilómetros durante siete u ocho horas. Cuando un corcel se cansaba, utilizaba el otro. Su padre, Andrés, hacía de arriero y transportaba la comida, y otra amazona, Mercedes González, se encargaba del animal libre. Tras los primeros 7.500 kilómetros cambió las herraduras por zapatos de caucho. "El pavimento se comía todo, y tenía que cambiar los herrajes cada 130 kilómetros". Sus peores enemigos fueron los camioneros y las bocinas de los coches. "El 99% del camino era asfalto, y los conductores nos increpaban y nos ponían en peligro al pasar a mucha velocidad". Carmen paraba a menudo en las gasolineras para refrescarse, y siempre soportaba el mismo chiste: "¿Qué le vas a echar, súper o diesel?". Carmen replicaba: "Este consume menos y no contamina".

En Galicia la besó Manuel Fraga, y en Jaen recibió el Olivo de Plata. Nunca se desbocó ningún caballo ni hubo ningún accidente, ni siquiera cuando les acechó la nieve, la lluvia o un vendaval en Levante. "Los caballos se adaptaban a todo. Tan sólo uno de ellos se resfrió y el otro sufrió un corte, pero nada más., Aunque no llevábamos veterinario, siempre, en cada ciudad, había alguno que nos ayudaba".

Carmen durmió en hoteles, y los caballos siempre encontraron una cuadra o un cobertizo para reposar. "Sólo tres días durmieron en el remolque", aclara Carmen. La última etapa transcurrió entre Hoyo de Manzanares y Madrid. Guillermo Jiménez, gerente del Instituto Municipal de Deportes, recibió a la amazona en la Casa de la Villa. "Es un orgullo recibir a Carmen por el esfuerzo y la dificultad que ha entrañado la travesía", dijo Jiménez. A continuación, la empresa Moviline premió a la amazona con un millón de pesetas.

"No penséis que voy a descansar ahora; durante el próximo mes vamos a seguir montándolos para que no noten un cambio brusco", dijo Carmen. "Volver a la vida normal será lo peor, porque, aunque no he ganado peso, sí he perdido volumen de tanto estar en la silla". Su madre, Matilde, comentaba: "Un hombre no habría aguantado lo que ha hecho mi hija".