_
_
_
_
_
ROCK

Los Ronaldos vuelven al punto de partida

Los Ronaldos empezaron a darle al rock and roll cuando, siendo unos mocosos, querían parecerse a los Rolling Stones o, como poco, a sus hermanos mayores. No tenían ni veinte años. Pero superaron a sus propios hermanos y enseguida dieron canciones de éxito. Pasaron del garito a los pabellones y su fama creció con Adiós papá, Si os vais, Ella es el guru o Sabor salado. La fórmula era sencilla, pero eficaz: dos guitarras, bajo y batería, indolencia juvenil con algo de lujuria y estribillos pegajosos.A pesar de todo, siempre han luchado por no ser la típica banda acomodada. La personalidad y carisma de su líder y cantante, Coque Malla, bien secundado por los otros tres Ronaldos, no lo permitía. Se atrevieron a facturar discos de sonido sucio y raro, difícilmente asimilable por las quinceañeras que habían flipado con ellos en sus inicios, y utilizar textos más explícitos. Incluso posaron vestidos de mujer en 1994 para la portada de Idiota, su último disco de estudio.

Convertidos en trío, han seguido explorando su vena más audaz. El funk, el rap, el raggamuffin', el soul y el acid jazz entra en sus canciones con la misma naturalidad que el rock and roll. Su último disco en directo, Quiero que estemos cerca, refleja un concierto actual sin recrearse en viejos éxitos, aunque los hay, y rescata canciones olvidadas. Más o menos lo que harán esta noche y la de mañana, que vuelven a donde comenzaron, a- sentir la respiración del público más cerca.

Los Ronaldos actúan hoy y mañana en El Sol (Jardines, 3; metro Sol y Gran Vía). 23.30 horas. 1.000 pesetas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_