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La dirección regional de IU desautoriza a la de Alcalá

"La dirección regional de Izquierda Unida asume la responsabilidad de la dirección de Alcalá de Henares [163.000 habitantes] y no reconocerá decisión alguna que se adopte al margen de ésta". Así concluía el comunicado que la ejecutiva regional de la coalición envió ayer a los militantes complutenses, que el miércoles decidieron en asamblea romper las negociaciones con el PSOE para presentar una moción de censura contra el alcalde de Alcalá, el popular Bartolomé González.La opción de la ruptura de negociaciones con los socialistas ganó por sólo 15 votos de diferencia de las bases de la coalición en Alcalá de Henares.

Su coordinador, Ángel Pérez, suavizó la afirmación asegurando que no se referían a destituciones, sino a "cierta tutela".

Pérez añadió que esta decisión se había tomado "para normalizar la organización" y evitar que en sucesivas asambleas se repita el clima de crispación de esta última, que terminó con insultos y zarandeos, y no por el resultado de la votación.

Algunos militantes abuchearon a los dos miembros de la regional que fueron enviados como observadores, y un alcalaíno les insultó llamándoles "chorizos" y "triperos". La comisión de garantías de la coalición estudiará la expulsión de estas personas.

Ni la ejecutiva regional de Izquierda Unida ni la del PSOE se quedaron muy contentas con la decisión de la asamblea alcalaína, que permitirá que el Partido Popular, que gobierna con 11 ediles frente a los nueve del PSOE y los siete de IU, mantenga la alcaldía.

Nueva negociación

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El secretario de política institucional de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Jorge Gómez, asegura que, una vez que acaben los trabajos de la comisión interna, se investigará si el ex alcalde de Alcalá, el socialista Florencio Campos, cobró comisiones ilegales a las empresas a cambio de la concesión de obras en el municipio y volverán a hacer a Izquierda Unida una oferta de negociación."Lo que tiene que decidir Izquierda Unida es si apuesta por un gobierno fuerte y de izquierdas o, amparándose en acusaciones sin probar, va a permitir que el Partido Popular mantenga la ciudad paralizada", añadió Gómez.

Pérez también cree que no está todavía dicha la última palabra sobre un hipotético gobierno compartido entre Izquierda Unida y el PSOE.

"Decir que la ruptura es definitiva es jugar a hacer de adivinos", manifestó el coordinador general de la coalición en la Comunidad de Madrid, que no precisó cuáles serían sus próximos pasos.

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