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La inflación del ejercicio de 1996 acaba en el 3,2%, el índice más bajo desde hace 28 años

La inflación creció en diciembre un 0,3% y permitió cerrar el año con la tasa más baja registrada desde 1968: 3,2%. Esta cifra permite cumplir holgadamente el objetivo oficial para todo el año (3,4%, tras la revisión de mitad del año frente a la inicial del 3,5%) y, por ello, desactiva las cláusulas de revisión salarial de más de cuatro millones de trabajadores. La fuerte subida de los productos energéticos y del tabaco rubio en los últimos meses ha impedido que el buen dato de inflación fuera aún más bajo. Los empresarios y los sindicatos coincidieron en reclamar una bajada de los tipos de interés al Banco de España, que decide hoy si mantiene el precio del dinero. El presidente del Gobierno calificó de "excelente" el IPC de 1996, que, según los criterios de Maastricht, estaría aún nueve décimas por encima de la media de los tres países europeos con precios más estables.

Desde finales de la década de los sesenta, la economía española no cerraba un ejercicio con una tasa de inflación tan baja como el 3,2%. El aumento del índice de precios al consumo (IPC) en un 0,3% en diciembre, igual al registrado en el mismo mes del año pasado, ha sido superior, no obstante, al esperado por la mayoría de los analistas, que apostaban por cerrar el año en el 3, 1 %.Los precios han caído 1,1 puntos desde principios de año gracias, fundamentalmente, a la buena cosecha, que ha permitido rebajar el coste de los alimentos, y a la apatía del consumo privado. La mejora en la inflación subyacente (excluidos los precios de la energía y de los alimentos no elaborados) ha sido aún más espectacular. En doce meses esta tasa ha bajado 1,8 puntos hasta situarse en el 3%.

El control de la inflación a lo largo del pasado año ha favorecido a los pensionistas, que han ganado tres décimas de poder adquisitivo -sus prestaciones han subido un 3,5% mientras que el IPC quedó en el 3,2%, y a los empresarios, ya que se desactivan las cláusulas de revisión que afectan a cuatro millones de trabajadores (el 63% del total asalariado) y que, según cálculos de la CEOE, pueden permitir ahorrarse a las empresas en torno a 200.000 millones de pesetas .

Moderación salarial

Rodrigo Rato, ministro de Economía, atribuyó parte del mérito del control de los precios a "los esfuerzos realizados en los últimos meses por los sindicatos y los empresarios para mantener el diálogo social y la moderación salarial". Un mensaje, en definitiva, para que los agentes sociales mantengan este esfuerzo durante 1997, año clave para el examen de entrada en la moneda única. El Gobierno asegura que si no se hubiera encarecido el tabaco, como resultado del aumento de impuestos aprobado en agosto, y los productos energéticos no se hubiesen disparado, la inflación habría cerrado 1996 aún más cerca del 3%.

Ninguno de los analistas consultados ayer apostaba por un recorte de los tipos de interés, que están en el 6,25%, en la subasta de hoy. Ello a pesar de que la persistente fortaleza de la peseta y las expectativas de que el Bundesbank, banco central alemán, reduzca los tipos para estimular la economía, allanan el camino para aplicar esta medida.

La opinión casi generalizada es que la autoridad monetaria querrá asegurarse de que la inflación de enero confirma la tendencia a la baja de los precios. El objetivo del banco central es situar el IPC en el 2,5% a finales de este año y en el 2% a lo largo de 1998. "Las perspectivas de inflación son más determinantes que el tipo de cambio de la peseta", señala Antonio Zamora, de Analistas Financieros Internacionales, quien descarta que hoy se produzca un movimiento en los tipos de interés. La previsión más conservadora es que el banco central no hará nada hasta que el IPC rompa la barrera del 3%. Según analistas consultados, ese logro se alcanzará en febrero; conociéndose, por tanto en marzo.

Más cerca de Maastricht

Varios factores contribuirán a que los precios vayan descendiendo a lo largo del año: el ajuste fiscal, la moderación de los precios al por mayor (industriales y agrícolas), la contención de tarifas públicas (energía eléctrica, autopistas, teléfono ... ), el crecimiento de la demanda y la fortaleza de la peseta.Durante todo el año se ha reducido el diferencial para el plan de convergencia. Los economistas del BCH y del BBV creen que hay muchas posibilidades de cumplir el criterio de convergencia en precios que exige el Tratado de Maastricht (no más de 1,5 puntos por encima del promedio anual de los tres países de la UE con la inflación más baja). Con datos de noviembre -los últimos comparables- el diferencial está a 0,9 puntos. Los bajos precios de los países de referencia, especialmente en los nórdicos, obligan a España a seguir avanzando en el control del IPC.

Pero la caída de la inflación a tasas mínimas históricas ha sido aprovechada de nuevo por los empresarios, los sindicatos y varios partidos políticos para pedir más recortes de los tipos de interés. La CEOE destacó la conveniencia de seguir relajando la política monetaria.

Tanto UGT como CC OO instaron al Banco de España a aplicar pronto esta medida para crear empleo. El PSOE reconoció que el IPC es bueno, aunque criticó la subida de impuestos del tabaco.

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