El comisario de Usera denuncia a un inspector suyo por negarse a dejar en libertad a tres vecinos

El comisario de Usera, Félix Alonso, denunció ayer ante el juez de guardia a su inspector jefe, Bienvenido Aragón Sanz, por haberse negado a poner en libertad a tres representantes vecinales que habían sido detenidos por ocupar la Junta Municipal de Villaverde durante una protesta. El inspector, según la denuncia, incumplió deliberadamente las órdenes de su superior y mantuvo a los vecinos toda una noche en los calabozos. Numerosas asociaciones cívicas de Usera y Villaverde se han solidarizado con el comisario, a quien la Jefatura Superior de Policía trasladará en breve a otro puesto. Los detenidos consideran que el inspector vulneró sus derechos fundamentales y han presentado denuncia.

Los hechos se remontan al pasado 28 de noviembre. Unos treinta vecinos, entre ellos dos miembros de la asociación Los Hogares -Ana María Abelenda Sánchez y su esposo, Antonio Galiano Granados-, entraron a las 11.30 en la Junta Municipal de Villaverde con el propósito de conseguir una entrevista con la concejal Nieves Sáez de Adana, del PP, para comunicarle sus quejas por el desamparo en el que vivían tres familias del barrio. La edil se negó a hablar con ellos, por lo que seis vecinos, acompañados de nueve menores, decidieron quedarse en las instalaciones municipales.Las cámaras de Telernadrid captaron la protesta. Pero una vez que los periodistas se marcharon, la concejal llamó a la Policía Nacional para que procediese al desalojo. Eran las 15.30. Entre los agentes que acudieron se encontraba el inspector jefe Bienvenido Aragón, que aquel día dirigía la oficina de denuncias de la comisaría. Aragón , asegura su superior, acudió allí sin informarle.

El desalojo, según los vecinos, discurrió pacíficamente. Sin embargo, cuando los adultos se encontraban fuera, se percataron de que en el interior se habían quedado varios críos, por lo que intentaron entrar para recogerlos. La tentativa originó un pequeño tumulto, en el que Concepción Oviedo Durán y Ana María Abelenda resultaron con lesiones leves. Un policía municipal, por su parte, sufrió una "contusión abdominal".

El inspector jefe detuvo a Ana María, a su esposo y a Concepción. Todos fueron conducidos por la Policía Municipal a la comisaría. Allí empezaron los problemas.

El comisario, al ser informado de la detención de los vecinos, ordenó que una vez que se les tomase declaración fueran puestos en libertad. Las razones que avalaron su decisión figuran en su denuncia: "Los detenidos son personas con domicilio conocido, tienen hijos menores de edad, son representantes del movimiento vecinal del barrio, no se consideraron los hechos de una gran trascendencia y no existían motivos para pensar que pudieran eludir la acción de la justicia". La orden, sin embargo, fue incumplida.

"Nosotros no esperábamos la decisión del comisario. Sé que se personó para enterarse de lo que ocurría y que dijo que declarásemos y que luego quedaríamos en libertad. Sólo reclamábamos ayuda para tres familias abandonadas. Pero nada, nos metieron en celdas. Fue horrible", afirma Galiana. La abogada de los detenidos Olga Bermejo, va más lejos: "La actuación del comisario fue absolutamente de conformidad con la ley. No había motivo para prolongar una detención ya de por sí ilegal. El comportamiento del inspector jefe no es explicable; de hecho, no se dejó en libertad a mis clientes hasta las 19.30 del día siguiente y tras una llamada del comisario".

Desobediencia

Posteriormente, el comisario abrió diligencias ante la "desobediencia" de su inspector jefe, quien, a su vez, envió un escrito al jefe superior de policía de Madrid, Carlos Corrales Bueno, en el que defendía su actuación y avisaba de una posible infracción disciplinaria de su jefe. El inspector alega que los vecinos fueron detenidos por negarse a abandonar pacíficamente el edificio público e incurrir en desacato, insultos, amenazas y atentado a los agentes de la autoridad. También sostiene que entre el comisario y los detenidos mediaba una relación de amistad.

El comisario, en su denuncia, responde a estas acusaciones: "El señor Aragón pretende que el hecho de darle una orden de poner en libertad a los vecinos detenidos pueda ser motivo de una sanción disciplinaria hacia mi persona, imputando hechos falsos e indignos que quebrantan mi buen nombre, transformando en coacciones lo que son órdenes justas en el marco de los principios de la Constitución". Fuentes de la Jefatura Superior de Policía indicaron que en relación a estos hechos se abrió un expediente aún inconcluso y señalaron que este expediente no ha influido "para nada" en el próximo traslado del comisario.

Las asociaciones de vecinos de Usera y Villaverde lo ven de otra forma. "El comisario es un demócrata convencido y atiende a los vecinos en uno de los barrios con más problemas de Madrid", dijo el presidente de Unidad de Villaverde Bajo, Francisco Roca Pérez.