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FÚTBOL DECIMONOVENA JORNADA DE LIGA

Athletic y Celta mostraron buenas intenciones y goles

Habitualmente el fútbol es generoso con los buenos propósitos y recompensa la actitud y los buenos oficios. Athletic y Celta poblaron el partido de una colección de apuntes interesantes. Pero en el caso rojiblanco el examen fracasaba en su rúbrica final: los jugadores del Athletic confundían siempre el nombre de las cosas. Pero el fútbol agradeció la intención de ambos equipos y lo tradujo en goles: dos muy bellos (los de Ziganda y Berges), otro pundonoroso (el de Gudelj) y otro afortunado (el de Alkiza).El Celta se basa en la experiencia. Eusebio y Mazinho aportan el espíritu y las ideas, gestionadas con calma y sosiego. El resto del equipo corre y trabaja liderados por el francés Dutuel y el tesón de Gudelj habituado a sobrevivir como un Robinson del área.

El Athletic le encontró el pasillo al Celta a las primeras de cambio. A base de velocidad y buen manejo del balón los rojiblanco encontraban el área con sorprendente facilidad. Urrutia, Alkiza y Guerrero abastecían de fútbol y buenas intenciones cada jugada de ataque. A los ocho minutos Guerrero hizo su primera travesura con un balón en profundidad que Ziganda coló entre las piernas de Dutruel.

El Celta recibió el mensaje y poco a poco fue ganando metros aun a costa de sufrir el contragolpe de su oponente. El Celta halló fortuna tras el descanso en el enésimo error de Valencia en sus, salidas. Era la primera ocasión y el primer gol. El partido quedó marcado por ese signo: la abundancia rojiblanca y la eficacia del Celta.

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