Wall Street logra otro récord en una sesión muy volátil

El optimismo sobre la salud de la economía estadounidense, que crece por sexto año consecutivo y mantiene la inflación bajo control, se impuso ayer en la Bolsa de Nueva York aunque con cierta cautela. El índice Dow Jones cerró a 6.567,18 puntos, el primer récord de 1997, tras ganar un 0,35%. Fue una sesión altamente volátil durante la que se llegó a rebasar por primera vez la marca de los 6.600 puntos.La atención del mercado sigue puesta en la publicación de nuevos datos económicos. Algunos analistas opinan que el crecimiento está siendo más fuerte de lo esperado y que la Reserva Federal va a tener que subir los tipos de interés de forma inminente para evitar cualquier presión inflacionista. Los inversores están también pendientes de la publicación, en las próximas semanas, de los resultados de las empresas durante el cuarto trimestre de 1996.

El dólar, mientras, subió de forma decidida frente al yen japonés. En Tokio llegó a cotizar 117 yenes, su nivel más alto de los últimos 46 meses. En Europa, cedió y bajó a 115,50 yenes.

La apreciación del dólar responde a dos movimientos. De una parte la fuerte entrada de ahorro extranjero en la Bolsa de Nueva York impulsa de la cotización del dólar. De otra, los mercados financieros japoneses mantienen su debilidad y se está produciendo una fuga de capital de los activos denominados en yenes a otros activos.

También influye la percepción de los mercados de que la economía japonesa está aún débil y que la depreciación de su moneda le ayudará a exportar más y, por tanto, contribuirá al crecimiento.

En el mercado de metales preciosos, el oro cayó a la cotización más baja de los últimos tres años, deprimido por la huida de los inversores hacia los mercados de valores. La onza de oro cotizó a 359,25 dólares, el mínimo desde octubre de 1993 y muy por debajo de los 364 dólares a que cerró el viernes. El metal, cuyo valor ha retrocedido 10 dólares desde la última sesión de 1996. Algunos analistas no descartan que la onza se sitúe en 330 dólares a lo largo de este año.

Uno de los factores que están presionando el precio del metal precioso a la baja es el temor a que algunos bancos centrales europeos vendan parte de sus reservas del metal amarillo para obtener fondos y lograr pasar el examen de entrada al euro.

Ayer en Alemania, el Bundesbank y el ministro de Finanzas, Theo Waigel, rechazaron la propuesta de algunos políticos de vender parte de las reservas de oro del banco central, valoradas en 54.000 millones de dólares (7,02 billones de pesetas).