No es un guardaperros
El 29 de diciembre se publicó una carta en la que se acusaba a la Asociación ANAA de no mantener a los animales recogidos en las mínimas condiciones de higiene ni de alimentación.La visión que sobre ANAA tiene doña Mercedes Villar es muy particular y comprendemos que su preocupación por Rasta, que compartimos, no le haya permitido ver que en nuestro centro los perros comen todos los días, lo que supone un gasto anual de más de dos millones de pesetas, que las instalaciones se limpian al menos dos veces al día y que se realizan controles sanitarios que incluyen desparasitaciones, vacunaciones y análisis de los más de 500 animales abandonados que acogemos cada año.
ANAA no es un guardaperros, sino un lugar donde los perros aguardan una segunda oportunidad, después de haber sido injusta y cruelmente abandonados. El centro de, adopción se mantiene gracias a los donativos y aportaciones de los socios y al traba o desinteresado de los voluntarios, que dedican gran parte de su tiempo libre a esta labor. Aunque se solicita subvención de la Comunidad de Madrid, no siempre se recibe por falta de presupuesto.
Cientos de perros han pasado de estar en la calle maltratados, malnutridos e incluso enfermos a ser recuperados en ANAA y encontrar, a través de nosotros, un hogar definitivo en el que se les cuida y respeta.
El motor de ANAA es la pasión que por los animales tienen sus colaboradores, que lógicamente hacen todo lo que está en sus manos por conseguir las mejores condiciones para ellos con los medios de que se dispone. Quien quiera comprobarlo directamente queda invitado a conocer nuestro centro y a consultar las facturas de pienso, medicamentos, veterinario...
Si hay realmente un culpable de la enfermedad de Rasta, es el que la abandonó y no quienes intentaron salvarla.-
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