La Audiencia Nacional ordena la prisión de Ruiz-Mateos para garantizar su juicio
El empresario jerezano José María Ruiz-Mateos ingresó a las 17.35 de ayer en la prisión de Alcalá-Meco, donde permanecerá, al menos, hasta que el próximo día 9 comience el juicio del caso Rumasa por el que está acusado de dos delitos de falsedad documental y por los que el fiscal pide 12 años de cárcel. Su prisión fue acordada después de que el empresario se negase a comparecer en la Audiencia Nacional en la mañana de ayer, a la que había sido citado para comunicarle el comienzo del juicio y ante "el altísimo riesgo" de que trate de eludir su proceso. La detención se verificó en su domicilio.
La prisión de Ruiz-Mateos fue acordada ante "la actitud del detenido", quien dijo ante el tribunal que el juicio señalado para el próximo día 9 "es una pantomima" y que no quería contestar a nada cuando se le preguntó si iba a acudir al juicio. También afirmó: "Desafiaré a todos, empezando por la Corona". Y apostilló ante los magistrados: "¿Por qué no me fusilan al amanecer?", informa Efe. A juicio de los magistrados esta actitud "pone de relieve que su voluntad es la de no comparecer al llamamiento judicial". La resolución del tribunal presidido por el juez Siro García Pérez ordena su prisión incondicional "para evitar la suspensión del juicio por la inasistencia del acusado" y ante el peligro de fuga. Ruiz-Mateos podría quedar en prisión todo lo que dure el juicio, que pueden ser varias semanas. Su abogado, Marcos García Montes, sostuvo que la prisión es excesiva y que valía el arresto domiciliario.Ruiz-Mateos estaba citado a las 12.00 en la Audiencia Nacional para notificarle el comienzo de su juicio el próximo día 9, si bien ya había dado señales de que no se presentaría. El tribunal llevaba intentando notificarle el comienzo del juicio desde el 27 de noviembre, fecha en que una agente judicial se personó en su domicilio. Una hija de José María Ruiz-Mateos manifestó entonces que su padre no tenía intención de hacerse cargo de la citación ni de asistir al juicio. En éste también estaban acusados inicialmente los ex altos cargos de Rumasa José Díaz Hidalgo, Luis Romero Agarrado, Manuel Sánchez Marín, Carlos Quintás Álvarez, Juan Ignacio de Burgos, Manuel Cambas Roldán y Jorge San Juan.
Visto el resultado de la diligencia, el 27 de diciembre el tribunal le citó junto a su abogado, Marcos García Montes, para que compareciesen ayer en la sede de la Audiencia. Esta vez fue Zoilo, el hijo mayor del empresario, el que se hizo cargo de la cédula de citación en el domicilio familiar, aunque se negó a firmar la diligencia.
Transcurrida ayer la hora de la comparecencia, el tribunal se reunió con el fiscal Ignacio Gordillo y con el abogado de Ruiz-Mateos. El fiscal pidió la detención del empresario. Entretanto, el empresario recibía en su domicilio a los periodistas, ante los que exhibió una camiseta con el anagrama de Rumasa y la leyenda "Un juicio de verdad". Ruiz-Mateos insistió en que estaba dispuesto a ir a la cárcel con tal de lograr un juicio convincente "y no la desfachatez que quieren hacer".
El ex propietario de Rumasa reiteró sus ataques a jueces y tribunales e incluyó en los mismos al fiscal general del Estado, Juan Ortiz Úrculo. "No tengo confianza en la justicia porque son unos mandados y unos indeseables, y, además, son corruptos", aseguró.
Ruiz-Mateos pidió ante las cámaras que le devuelvan sus empresas o que se celebre un juicio sobre la expropiación de Rumasa, con numerosos ex altos cargos y ministros socialistas y el ex presidente Felipe González, cuya comparecencia ha reclamado. En otro momento, pidió a José María Aznar "un juicio verdadero, caiga quien caiga", o bien "que me devuelva lo que me robaron".
Materializada la detención y conducido a la Audiencia Nacional a primeras horas de la tarde, se celebró la vistilla prevista en la ley de Enjuiciamiento Criminal, en la que el fiscal Ignacio Gordillo pidió ya el ingreso en prisión incondicional.
