El 96 les sacudió la vida

Un destino que salió del túnel del metroLlegó a Madrid en marzo. Un mes más tarde, después de deambular sin rumbo, sin dinero y, por supuesto, sin un papel que acreditara que se llamaba Milud Jedari, que era argelino y tenía 24 años, su vida cambió. Fue el día 30 de abril, cuando Milud entró en el túnel del metro de Embajadores y salió del túnel de su vida. Aquel día defendió a una joven, de 16 años, que era agredida por un desconocido. Acabó tirado en la vía, donde un convoy le seccionó una pierna, le machacó el otro pie y le dejó sin un ojo. Durante tres meses permaneció postrado en una cama del hospital Doce de Octubre. A cambio de su hazaña fue tratado como un héroe: recibió varios premios, la solicitud de un permiso de residencia, la solidaridad de cientos de madrileños que ingresaron en su cuenta bancaria cerca de seis millones y la oferta de un empleo remunerado con unas 130.000 pesetas en la empresa Recreativos Franco. Ahora pasa sus primeras navidades en España, bajo techo, en un piso de alquiler en el paseo de las Delicias por el que paga 85.000 pesetas al mes. Al año que está por venir le pide varias cosas: el abrazo de sus padres y de alguno de sus seis hermanos, a quienes no ve desde que abandonó su país; aclarar un tropiezo con la justicia (10 días antes del accidente se vio envuelto en un presunto robo con resistencia a la autoridad), obtener el permiso definitivo de residencia, recuperarse de las lesiones y comenzar a trabajar-