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El grupo más elogiado del pop madrileño sigue sin un contrato discográfico

Carlos Marcos

Madrid Uno de los bolsillos de su chupa rebosa premios y elogios; el otro, el que debía llenarse de ofertas de las discográficas, está vacío. La Nevera, el grupo pop madrileño que acumula más alabanzas de los críticos, se quedó helado cuando recibió el argumento de las compañías para no ficharlos: "Demasiado originales". Esta incomprensión obligó al grupo a pagarse la grabación de su primer larga duración, con el significativo nombre de Casa de bichos.

En la biografía de La Nevera no caben más alabanzas: ganadores del concurso Villa de Madrid en 1993 y 1995; seleccionados en circuitos de la Comunidad de Madrid en 1992; grupo más innovador del año 1993 en la sala Sirocco; mejor grupo del. pop madrileño según el local Al'Laboratorio, y primeros puestos en concursos de Pozuelo, Galapagar, Brunete... Los componentes de la banda tratan de reflexionar sobre la incomprensión de su música por parte de la industria. "Igual no se atreven a apostar por unas canciones que no son fácilmente etiquetables. Hacemos pop, pero con un estilo muy propio, y eso debe asustar", señala Guillermo Maestro, batería del grupo, que lleva seis años ensayando cuatro días por semana y pateándose de arriba abajo el circuito de locales de conciertos madrileños.La Nevera protagoniza uno de los casos más curiosos del pop madrileño. Después de arrasar en el concurso Villa de Madrid 1993 se presentaron de nuevo en 1995 con el irónico nombre de Los Mismos y volvieron a llevarse el premio. "Queríamos demostrar que los ejecutivos de la música están muy alejados de la calle, que no es casualidad que una banda consiga ganar un concurso tan duro", dice José Luis Díaz, Joky, bajista. La música de La Nevera es una evolución del pop genuinamente madrileño. Sus canciones y sus melodías absorben lo mejor de grupos como Nacha Pop y Radio Futura para llevarlo a un terreno moderno y personal. Ellos, sin embargo, no creen que perviva el pop típicamente madrileño: "En Madrid hay buen nivel de grupos, pero no hay un estilo exclusivo de la ciudad. Eso se acabó con la movida".

La calidad de la música de La Nevera ofrece tan pocas dudas que Eugenio Muñoz, uno de los productores españole s más respetados, metió al grupo en su estudio Box, donde graban desde Extremoduro a Def Con Dos, y les hizo la siguiente propuesta: "Me pagáis las horas de grabación (casi un millón de pesetas) y yo os realizo la producción gratis (medio millón), dinero que me devolvéis cuando fichéis por una compañía multinacional".

De estrellas a 'malditos'

Muñoz tenía tan claro que La' Nevera iba a funcionar que incluso se comprometió a mover la grabación por las compañías. Pero nada. La respuesta siempre era negativa. Para recuperar el millón que han invertido tendrían que vender unas 8.000 copias de Casa de bichos."Según está el panorama, si vendemos 1.500 discos nos damos con un canto en los dientes". Al final, la banda madrileña tuvo que ofrecer la grabación a una compañía independiente muy pequeña, Locomotive Music, que se ha encargado de fabricar y distribuir los discos.

La Nevera no confiaba mucho en el buen criterio de las compañías grandes porque en 1991 ya sé cruzaron con una multinacional. "Ariola nos fichó, nos llevó a un gran despacho y comenzó a decirnos que éramos su gran lanzamiento. Grabamos un minielepé de cinco temas, pero no movieron un dedo para promocionarlo. Nunca entendimos este cambio tan radical. De poner en una pizarra que éramos el gran objetivo de 1992 a desecharnos. Igual fue una oscura operación financiera", señala el grupo.

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Por descontado, el grupo no vive de la música. Ninguno de los miembros ha cumplido los 30 y se ganan la vida trabajando en una productora de televisión, estudiando o realizando trabajos de creativo, como Joky, el bajista, que ha diseñado la portada del disco.

La Nevera cree que el tiempo siempre juega en su contra, que un año eres muy innovador y al siguiente te niegan tocar en la misma sala que te coronó "porque ya estás muy visto". Joky, el bajista, llega a bromear: "Como se entere la gente de las salas que tengo hijos no nos contratan por carcas".

Estos reveses queman la moral del grupo y se han planteado dejarlo. "Tenemos crisis terribles, pero estamos convencidos de lo que hacemos. No podemos dejarlo. La música te hierve en la sangre. La necesitas. A veces nos levantamos por la mañana y decimos: 'Somos unos gilipollas, deberíamos dejarlo'. Pero no podemos"., Por eso presentarán Casa de bichos el 8 de febrero en El Sol.

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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