La Ley de Comercio no ha logrado frenar la avalancha de nuevos hipermercados
Se han desbordado las previsiones. Desde el pasado mes de febrero, cuando entró en vigor la nueva Ley de Comercio, se han enviado al Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) medio centenar justo de peticiones para abrir otros tantos hipermercados en todo el territorio nacional. El tribunal ha emitido informe favorable ya para 39 centros, que irán abriendo sus puertas en los próximos años. Al final de 1995 había en España un total de 250 hipermercados, frente a los aproximadamente 1.100 que atendían al público en Alemania y Francia.
Uno de los objetivos de la Ley de Comercio era controlar mejor y retrasar el crecimiento del número de hipermercados. Con ello, los dos grupos políticos que la gestaron y defendieron, PSOE y CiU, pretendían dar tiempo al pequeño comercio para que modernizara sus estructuras y pudiera competir con las grandes superficies comerciales. Sin embargo, parece que ese objetivo no se ha conseguido.El nuevo texto legal obliga a pedir un informe al Tribunal de Defensa de la Competencia para abrir un nuevo hipermercado. Asimismo, son necesarias dos licencias para la apertura de nuevos centros. Una, del ayuntamiento del término municipal donde se vaya a instalar y la segunda del Gobierno de la comunidad autónoma que lo acoge. Madrid, Cataluña, Valencia y el País Vasco son las comunidades que han enviado más expedientes de apertura.
La superficie comercial en España aún está lejos de la que tienen los países del entorno geográfico y económico. Según un reciente estudio de la firma de inversiones F & G, mientras en suelo español existen 36 metros cuadrados de superficie comercial por cada 1.000 habitantes, en Francia hay 210, en el Reino Unido 252 y en los Países Bajos 86.
En el mismo estudio se afirma que el mercado español tiene capacidad para abrir 111 nuevos hipermercados de más de 6.000 metros cuadrados de superficie. Estas perspectivas de crecimiento de la superficie comercial son las que han motivado la oleada de peticiones para abrir nuevos centros.
Investigación
Pero, aparte de dar el visto bueno a los hipermercados, el tribunal que preside Amadeo Petitbó ha comenzado a investigar "prácticas presuntamente contrarias a la libre competencia" por parte de las grandes superficies comerciales que ya operan en el mercado.El propio Petitbó admite que "sí estos indicios de prácticas se confirman, se trataría de un caso de posición de dominio por parte de los hipermercados, que aprovechan su fuerte capacidad de compra para imponer condiciones de precio y de pago a los fabricantes o suministradores".
El tribunal se ha propuesto vigilar muy estrechamente estas prácticas porque entiende que las grandes cadenas y las centrales de compra, al imponer sus condiciones a los fabricantes, perjudican directamente al pequeño comercio. Este no tiene capacidad de presión y se ve impotente para competir con los precios de los hioermercados, según el presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia.
Hasta ahora, las advertencias del tribunal han tenido un carácter disuasorio en los sectores en los que ha fijado su atención. De hecho, fuentes del tribunal reconocen que "los híper han aflojado en las últimas fechas su presión sobre los fabricantes".
La batalla entre fabricantes y distribuidores, siempre soterrada, ha saltado a la luz. No hay más que escuchar a José Serrano Carvajal, presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Distribución (Anged): "Hasta ahora, existía la dictadura del fabricante, pero los tiempos han evolucionado y la distribución en una sociedad postindustrial ha ganado protagonismo y debe jugar sus bazas".
Serrano Carvajal, que habla como voz única de todas las empresas de hipermercados, resume su interpretación: "Ahora, la relación comercial entre el fabricante y el distribuidor es de igualdad, mientras que antes los fabricantes nos imponían sus condiciones".
Fabricantes desunidos
La Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), como entidad que agrupa a los fabricantes de este sector, ha recibido más de un centenar de denuncias de sus asociados. Se quejan de "prácticas abusivas de los hipermercados".Pero, a diferencia de las grandes empresas de distribución comercial, los fabricantes aún no han conseguido la unidad deseada, lo que permite a las primeras aprovechar el momento para fijar sus condiciones. La ofensiva de denuncias de los fabricantes tensará aún más las relaciones que vienen siendo tormentosas entre los dos sectores, que la Ley de Comercio no ha sido capaz de resolver.
La ley, que entró en vigor tras un largo y accidentado trámite parlamentario de dos años, ha dejado algunos resquicios que permiten este enfrentamiento, tal y como reconoce José Luis Marrero, director general de Comercio Interior del Ministerio de Economía.
El texto legal prohibe la venta a pérdida, la que se hace por debajo del precio de coste, y regula el plazo de pago a proveedores. El pago, que anteriormente se pactaba a casi cinco meses de la entrega de la mercancía, se ha fijado ahora en tres meses por término medio, en la línea de otros países europeos.
"En el próximo mes de enero mantendremos una reunión con los responsables de Comercio de las 17 comunidades autónomas y con los representantes del sector para analizar las lagunas que ha dejado la ley. Si las partes lo consideran necesario, podemos estudiar algunas modificaciones", afirma Marrero.
"La ley ha hecho. el papel que perseguía, pero ningún texto legal es inamovible", agrega. El responsable de Comercio Interior no quiso pronunciarse sobre la disputa que mantienen fabricantes y proveedores con los hipermercados.
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