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Pañolada general

Fue la jornada de la bronca, del pañuelo al aire como símbolo de protesta, de hastío por la falta de resultdos, en unos casos, o el mal juego en otros. El Camp Nou tronó contra el Barça; La Romareda contra el Zaragoza; San Lázaro contra el Compostela; Las Gaunas contra el Logroñés; e incluso en San Mamés no acabó el respetable del todo satisfecho. El día puede dejar cadáveres en la orilla. El de Fernando Vázquez, por ejemplo, ridiculizado por un Caneda que bajó en el descanso al vestuario para arrojar su ira sobre técnico y jugadores. También sobre Carcelén, quejumbroso por la falta de refuerzos, se ciernen negros nubarrones.En el Camp Nou lo de menos fue la victoria ante el Celta (1-0). Un gol de Nadal hizo más llevadero el desencanto, pero no apagó los silbidos. En la semana de las pancartas, no podían faltar éstas. "Núñez, el que sobra eres tú", rezaba una. Los de Robson recuperan la segunda posición y reducen su distancia con el Madrid, que se queda a dos puntos.Pero en el Camp Nou los pocos aplausos se los llevó Eusebio, un ex de la casa y paradigma de los primeros tiempos de Cruyff, cada día más añorado.

Pero el Barça, al menos, no admitió sorpresas. Sí lo hizo el Zaragoza (0-2 ante el Racing). Espárrago no coge el rumbo de una nave que va al pairo. Todo se le complica a un equipo huérfano de fútbol y de calma, que ya no es un momentáneo visitante de las plazas de descenso, sino un huésped que no conoce la salida. De los que se mueven en el pozo sólo el Extremadura salvó los muebles. Se llevó un empate sin goles de San Mamés, tan doloroso para los quinielistas como para el aficionado bilbaíno, que veía de cerca la posibilidad de escalar posiciones y olvidar de una vez el nombre de Simeone.

Aseguraba Antic antes del duelo del Atlético con la Real que no se quejaría ni de la baja del argentino ni de la de Pantic. Y no se quejó, pese al 2-2 final. Los suyos se encontraron un rival que lo bordó al contragolpe. Supieron, sin embargo, remontar dos goles de diferencia, con Kiko logrando un tanto de lujo. Se esperaba con expectación el derby sevillano, que resolvió el Betis sin miramientos (0-3). El Sevilla puso. el nuevo rostro, el de Prosinecki, y el Betis los goles. Ni González de Caldas ni Ruiz de Lopera acudieron al palco, pero el público no olvidó al primero. La victoria le sirve al Betis para acercarse aún más a la tercera plaza, que ocupa un Deportivo que no supo aprovechar en Gijón el pinchazo del líder. El que posiblemente sea el último gol de Salinas en España dejó el asunto en tablas.

Pero la mejor cara de la jornada la enseñó el Tenerife, que apaleó sin miramientos al Espanyol (5-1). El cuadro insular se ha acostumbrado a regalar goleadas a sus seguidores. Y lo hace con reiteración. Ayer resolvieron el asunto los dos futbolistas más veteranos de su plantilla. Felipe se descolgó con tres goles y Chano con dos. Allí los únicos pañuelos que se vieron fueron los que rozaron el aire tras un golazo de Felipe de los que no se olvidan. Lo logró de tacón.

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