Los consejos de Ebro y Azucarera aprueban hoy el inicio de su fusión.
Los consejos de administración de las azucareras Ebro y General Azucarera, votarán hoy, y con casi total seguridad aprobarán oficialmente, el inicio de los estudios para su fusión, operación que dará lugar a una nueva sociedad con una cuota de mercado del 77% y una facturación conjunta superior a los 200.000 millones de pesetas y unos beneficios netos de más de 9.000 millones. El presidente de Ebro, Manuel Guasch, empresa que posee el 21% de Azucarera, será nombrado hoy consejero de ésta última.
Además, Caja de Salamanca y Soria y la pública Mercasa nombrarán otros dos consejeros cada una, y Ebro nombrará también otro más, añadido al ya mencionado nombramiento de Guasch. Ebro, Caja Salamanca y Mercasa controlan el 44% de Azucarera.El hecho de que Ebro sea ahora el principal accionista de Azucarera, con un paquete de acciones del 21%, así como el diferente volumen de ambas compañías (Ebro factura 167.000 millones, mientras Azucarera alcanza los 39.000), otorga la iniciativa de la operación a la empresa que preside Guasch. Por este motivo, los primeros estudios sobre el proyecto de fusión contemplan que ésta se produzca a través de una absorción de Azucarera por Ebro, sociedad ésta última cuyo principal accionista es el grupo Torras, propiedad de KIO, con el 34%. El segundo accionista de Ebro es el Banco Santander, con un, 14,3 6%.
Según algunas fuentes conocedoras del proceso, uno de los aspectos claves para el buen fin de la fusión es que se alcance una unidad de criterio entre estos dos accionistas. KlO, que ahora es el primer accionista de Ebro, quiere seguir siéndolo y ejerciendo como tal en la nueva empresa. Tomando como base de valoración la cotización en bolsa de las dos empresas, Ebro valía el pasado miércoles 85.646 millones de pesetas (48 millones de acciones a 1.780 pesetas cada una), mientras que el de Azucarera era 41.352 millones (8,2 millones de acciones a 5.020 pesetas cada una). La suma de estos dos valores colocaría a la nueva sociedad en un valor en bolsa de 117.000 millones, del que KIO controlaría un paquete claramente dominante. A pesar de todo, los representantes de KIO han manifestado en diversas ocasiones a la administración que su objetivo no es controlar la gestión.
Por parte del Santander, siempre según las mismas fuentes, el objetivo es mantener su posición de entidad con relaciones privilegiadas con la azucarera, lo que puede ser contradictorio con las intenciones del grupo árabe.
En Azucarera, empresa que reside José Joaquín Ysasisasmendi, el otro gran accioista, tras la propia Ebro, es el grupo francés Générale Sucrière, con un 20%. En este caso, la fusión implicará una importante disminución de su porcentaje de participación, que quedaría en torno al 6,5%, en línea con los deseos de la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, que propició el desembarco de Ebro para cerrar paso a la presencia francesa Azucarera.
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