_
_
_
_
_

La Fiscalía alemana acusa a 'Superlópez' de un delito penado hasta con cinco años de cárcel

La Fiscalía de Darmstadt (Alemania) acordó ayer presentar una acusación por apropiación indebida contra el ingeniero español José Ignacio López de Arriortúa, recién dimitido de su cargo directivo en Volkswagen (VW), y tres de sus colaboradores, José Manuel Gutiérrez y dos ejecutivos que trabajan ahora para Seat, Jorge Alvarez y Rosario Piazza. Este delito está penado en Alemania con un máximo de cinco años de cárcel. Las partes implicadas, Opel, VW y los abogados de López, se enzarzaron en una auténtica batalla de comunicados que, al menos en apariencia, parece poner en entredicho los acuerdos extrajudiciales de los que se habló en días pasados.

El consejo de vigilancia de VW reforzó con una declaración la posición del presidente ejecutivo de VW, Ferdinad Piëch, contra el que parecen dirigidos ahora los ataques de Opel y de General Motors, al señalar que Piëch tiene contrato hasta finales de 1997 y se espera acordar su prolongación en el consejo de la próxima primavera.La Fiscalía ha convocado para el viernes una conferencia de prensa con el fin de dar a conocer los detalles de la acusación. Sin embargo, a través de los comunicados de Opel, la empresa que denunció a López, y de los abogados del ejecutivo vasco, se desprende que se le acusará por los presuntos delitos de apropiación indebida y revelación de secretos empresariales.

El Código Penal alemán prevé en su artículo 246 para el delito de apropiación indebida penas de hasta cinco años de cárcel: "Quien se apodera de forma ilegítima de una cosa móvil ajena, que tenga en posesión o a su cuidado, será condenado con privación de libertad de hasta tres años o multa y, si la cosa le estaba confiada, con penas de privación de libertad de hasta cinco años o multa".

Fue Opel la primera en lanzar las campanas al vuelo, al anunciar su triunfo y el procesamiento de López y preguntar en su comunicado cómo pudo VW sostener hasta el último momento al ingeniero y emitir declaraciones en defensa de su honor.

Añade Opel que VW ascendió a Álvarez a jefe de compras de Seat y asegura que en su domicilio de Wiesbaden, en Alemania, se encontraron el 22 de junio de 1993 cajas con documentos de Opel. "La Fiscalía de Darmstatd ha confirmado los indicios de espionaje industrial expresados por Opel desde el inicio del asunto López" en 1993, subraya la filial de General Motors.

VW se lava las manos

Los abogados defensores de López anunciaron que examinarán el escrito de acusación de la Fiscalía y plantearán ante la Audiencia de Darmstadt sus objecciones y la petición de que se rechace la acusación y no se dé paso al juicio oral.La respuesta de Wolfsburg, sede de VW, fue lavarse las manos y asegurar que la acusación de la Fiscalía no implica al consorcio, como si se tratara casi de un asunto personal de un tal López. Insiste la declaración en que no hay cargos de espionaje contra VW y "la acusación de GM-Opel contra VW de participar en una conjura criminal carece de fundamento".

Para redondear la faena de salvar lo que se pueda, VW recuerda que, ante los tribunales de Estados Unidos, GM-Opel acusa a ocho personas y ahora la Fiscalía alemana no procede contra todas, lo que "demuestra que nunca hubo por parte de VW una conjura criminal para servirse de los secretos industriales de Opel-GM. VW ni pidió, ni usó secretos ajenos".

La estragia de VW parece dirigida ahora a salvar la cabeza de Piëch, una vez entregado López como chivo expiatorio. Piéch se dedica estos días a hacer equilibrios semánticos para 1amentar lo ocurrido", pero sin que eso signifique "pedir perdón o reconocer culpabilidad". Piéch, precisamente, declaraba antes de conocerse la acusación formal contra López de Arriortúa, que estaba "en primer lugar" interesado en llegar a un acuerdo amistoso con General Motors.

"Hace una semana hice un cuarto intento en esta dirección [el acuerdo amistoso] y puedo decir que en esta semana he visto cómo se ha progresado en esa dirección, aunque sea a la velocidad del caracol, al menos en lo que se refiere a las declaraciones públicas", declaró el presidente de VW ayer por la mañana a una cadena de televisión. El consejo de vigilancia de VW reforzó ayer mismo la posición de Piëch. El culebrón continuará.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_