El embargo del pazo de Baión se mantiene, según el teniente fiscal antidroga
El embargo del pazo de Baión, propiedad de Laureano Oubiña y Esther Lago, no será levantado. El teniente fiscal antidroga, Javier Zaragoza, quien ejerció la acusación pública en el caso Nécora, el mayor proceso contra el narcotráfico en España, recordó ayer que el juez instructor lo decretó a efectos de responsabilidades civiles de la - mencionada pareja, para pagar las multas impuestas por la Audiencia Nacional en su fallo de 1994, y que "su delito fiscal [lleva consigo una sanción de 1.140 millones de pesetas] se ha confirmado".
Zaragoza declaró ayer que respeta la sentencia del Tribunal Supremo, pero que discrepa de ella. "El ministerio fiscal", reflexionó, "creía que su recurso [para que se aumentaran las penas de algunos de los condenados] era serio, fundado y con rigor y había posibilidades de que prosperara. Pero lo que cuenta es la decisión del Supremo y ya no caben más recursos".
El pazo de Baión, situado a nueve kilómetros de Vilanova de Arousa, en un desvío de la carretera que une esta localidad con Pontevedra, fue adquirido, con sus terrenos, por los Oubiña en el decenio de los ochenta. Su intervención por la Audiencia Nacional, que se ha convertido en próspera cosechera, ha potenciado su producción de albariño. La última fue de 158.000 kilos de uva, que se transformaron en 100.000 litros de excelente vino y unas ganancias estimadas en 33 millones de pesetas.
Poco antes de que la Audiencia dictara sentencia, Esther Lago, con su marido en la cárcel, trató de vender la finca, castillete incluido, por 1.200 millones. Pero sólo recibió ofertas de hasta 600 millones, y no las aceptó.
La presidenta de Desperta Cambados, asociación contra la droga, expresó el malestar de la sociedad gallega por la resolución del Supremo: "Nos parece decepcionante. Es una pena que teniendo la oportunidad de juzgar a estas personas y aplicarles las leyes que correspondan no lo hagan. Y no estamos de acuerdo con que se diga que no hay pruebas. Las pocas que hay, que se apliquen, porque nunca les van a coger [a los narcos con las manos en la masa".
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