Jarni dirige la goleada al Logroñés

El Betis sigue haciendo añicos su estadística particular. Regaló a su afición el aguinaldo de una goleada, la ofrenda que les compense de estas dos semanas de abstinencia. Es el único equipo que ha marcado en todas las jornadas de la Liga. Fue la tarde de Robert Jarni. El croata fue el asistente de cuatro de los cinco goles de los verdiblancos.La cuenta goleadora la abrió Vidakovic con una jugada de Juan Palomo que culminó con una bella vaselina que tuvo la involuntaria complicidad del meta riojano. El bosnio, se convertía en el décimo futbolista del Betis que ha marcado en esta Liga. Del once inicial sólo Merino, Nadj y el meta Prats no se han estrenado como goleadores.

Las diferencias eran tan abismales entre uno y otro equipo -13 puestos, 14 puntos- que no sorprendía la estrategia ultradefensiva de un rival que encomendaba a Rubén Sosa toda la responsabilidad atacante. El Betis pudo encarrilar el partido si Alexis hubiera transformado el penalti con el que García Aranda penalizó la entrada de Navarro a Alfonso. El fallo fue un amago, porque lo mejor vendría después. Pier anotó el quinto gol de su cuenta particular, aprovechando un perfecto servicio de Jarni, el concierto de su festival de asistencias. A diferencias de partidos anteriores, en los que el Betis remontaba como podía primeras partes adversas, en esta ocasión se iba al vestuario con una ventaja franca. Como la razón es enemiga de la lógica, nada más reanudarse el partido Clotet aprovechó un barullo defensivo verdiblanco para acortar distancias. Nadie se asustó. Ni el público. Ni el Betis. Ni el propio Logroñés. Era una pizca de emoción, el canto del cisne. El tercer gol fue el de la tranquilidad para un equipo que en absoluto denotaba intranquilidad alguna. Fue una jugada modélica. Otro impecable centro de Jarni -su izquierda es auténtico veneno-, cabezazo de Finidi y remate por bajo de Roberto Ríos. La internacional de Lopera en plena apoteosis. Una santa alianza entre Croacia, Nigeria y Portugalete. Y como en este Betis no hay compartimentos estancos y los verbos atacar y defender se conjugan de una manera integral, fue nuevamente este defensa vasco el que vio puerta y marcó el cuarto con un cabezazo. Pier cerró el festival de goles, la guinda para una afición que se frota las manos ante el derbi de la próxima jornada, un Sevilla-Betis marcado por la distancia que hasta la fecha existe entre ambos equipos.