Robson: "Será clave la posesión del balón"

Algo se mueve en el vestuario del Barça. Bobby Robson, técnico azulgrana, estudia modificar esta noche la táctica ultraconservadora que siempre había aplicado hasta ahora cuando se enfrentaba con uno de los grandes. El entrenador británico, más receptivo a los mensajes que le han dirigido los jugadores, prevé aligerar la defensa -dejar en el banquillo a Couto- y potenciar el centro del campo en favor de Amor, acompañando a Popescu y Guardiola. Los tres capitanes sobre el campo. No es un dato gratuito: se interpreta como una cesión de sus estrictos principios defensivos en beneficio de la libertad del grupo, habituado en otro tiempo a mimar el balón y a intentar, al menos, el fútbol-espectáculo. No confirmó la alineación, pero Robson ha trabajado con ese planteamiento en los entrenamientos a puerta cerrada. Ayer, más relajado que en otras semanas, advirtió que no se resigna con un empate: "Siempre vamos a ganar". Y, por primera vez desde que llegó al Camp Nou, habló de que la posesión del balón sería clave en el encuentro.Por sus declaraciones de ayer, Robson parecía Cruyff. "¿Si llevaremos la iniciativa o iremos al contraataque? Será cuestión de quien tenga el balón. Con él atacaremos y sin él, a defender". No dio signos de inquietud y aseguró que el equipo ha olvidado ya el triste partido disputado ante el Extremadura. "El equipo se ha concentrado y está muy motivado. Y ha disfrutado en los entrenamientos", añadió. No teme de Capello ninguna sorpresa -"sé todos los detalles; supongo que habrá marcaje especial para Ronaldo"- y aseguró que una derrota no supondrá ningún golpe psicológico. "No perderemos la confianza. No pensamos en perder".

Sólo ha vivido, como entrenador otra cosa más grande que la de esta noche: las semifinales del Mundial de México de 1986 entre Inglaterra y Argentina: "Conozco el Ajax-PSV, el Milan-Juve, Benfica-Oporto... Pero, entre clubes, esto es lo más grande. Es más que un partido: es una ciudad contra una ciudad, una región contra una región. Para mucha gente es una obsesión ganar, pero sólo se juegan tres puntos. Todavía restarán por disputar 78". Queda por saber si por tres puntos, Robson vuelve otra vez a echar el cerrojo o da más libertad al grupo.