Bebeto, contra su pasado
El futbolista brasileño se enfrenta a sus ex compañeros del Deportivo
Bebeto volverá hoy a compartir una tarde de fútbol con los que fueron sus compañeros durante cuatro años. Pero esta vez tratará de amargarle la tarde a Djukic, impedir la salida de su amigo Donato y brillar más que su compatriota Rivaldo. El brasileño se enfundará por segunda vez la camiseta sevillista. El brasileño, encantado con su nueva vida en la capital andaluza, pidió ayer por adelantado perdón a la hinchada de Riazor Blues, pero fue fiel a su pacto con el gol: "El gol es muy importante para mi, si marco deberé celebrarlo, aunque hasta que ocurra no sé cómo reaccionaré".En La Coruña se le perdonaron sus caprichos, su eterna morriña, sus retrasos en volver de Brasil, sus enfrentamientos con el presidente Augusto César Lendoiro y el entrenador... La imagen que perdura de él es la Bebetiño: un goleador irrepetible y un hombre cariñoso y a su profesional.
La mitad del equipo que salga en Sevilla sólo lo conoce por los periódicos y la televisión. En la otra mitad no tiene más que amigos. Uno de los mejores, Mauro Silva, que llegó con él de Brasil hace cinco anos, intuye los sentimientos de Bebeto esta tarde. "A él lo que le gustaría es estar con nosotros, seguir en el Deportivo", señaló. Djukic está encantado por poder "verle, estar con él y darle un abrazo". Fran lo tendrá "siempre en el recuerdo", preferiría que jugase en su equipo y no en el adversario, e incluso bromea: "lo mismo le pido el balón a ver si se equivoca y me lo da". A Donato, que ha hablado varias veces con él por teléfono desde que está en Sevilla, tampoco le importaría que Bebeto marcase un gol, siempre que el Deportivo lograra la victoria. Los defensas le conocen demasiado bien, y eso en principio debería ser una ventaja. Pero precisamente porque han jugado con él tantas veces, saben que en determinados momentos puede ser imparable. "Por mucho que lo conozcas", apunta Djukic, "hay que, estar siempre muy atento porque a la mínima te marca".
,El entrenador, John Toshack, no es hombre dado a la nostalgia, y mantuvo además una relación tirante con Bebeto, muy unido al anterior técnico, Arsenio Iglesias, aunque algunas veces el goleador discrepase de los planteamientos, tácticos de éste. Toshack reconoce que el brasileño "hizo historia" en el club coruñés pero lo despacha como una pura referencia del pasado: "Sus días en el Deportivo ya se han acabado. Ahora tiene otros retos".
Tampoco el presidente, Augusto César Lendoiro, terminó bien su relación con Bebeto. Lendoiro lo acusó de haber encarecido el fichaje de Rivaldo -que costó 1.300 millones de pesetas- tras comentarle a éste en Brasil que el Deportivo era mal pagador. Bebeto le respondió con unas durísimas declaraciones en las que lo acusaban de utilizar al club como trampolín para la política y de haber impedido su renovación.
Pero Bebeto sólo mira al futuro. "Tengo mucha ilusión por jugar este partido frente a mis antiguos companeros", apuntó ayer. Su modestia le hace ver que lo importante es que el equipo gane. "Prefiero no meter gol a cambio de que mi equipo gane". Y aquí aflora la nostalgia. Bebeto vive del gol y por los goles. Tampoco se fijará en las patadas que le propinen los zagueros que hasta el año pasado defendían su portería. "Me da igual que me den patadas. Ellos tienen que hacer lo mejor para el Deportivo y yo para el Sevilla".
El equipo sevillano, mientras tanto, no atraviesa precisamente sus mejores momentos. La semana estuvo cerca de ser una nueva tragedia para los de Nervión, por sus apuros en la Copa contra el Málaga. Hubo declaraciones in cendiarias de su presidente, José María González de Caldas, sobre los jugadores de la plantilla y en especial cargó contra el rendimiento de los fichajes de esta tem porada.
Alineaciones
Sevilla: Monchi; Arturo, Ramis, Marcos, Aranalde; Rafa Paz, Pepelu, Almeyda, Tevenet, Salva y Bebeto.
Deportivo: Songo'o; Armando, Djukic, Naybet, Nando; Donato, Fran, Martins, Manjarín; Rivaldo y Madar.
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