La OSCE descalifica las elecciones serbias mientras la oposición mantiene la presión callejera contra Milosevic

Mientras la oposición serbia mantiene su presión callejera sobre el presidente Slobodan Milosevic, al que acusa de fraude en las urnas, el máximo organismo de seguridad europeo (la OSCE) pidió ayer una revisión independiente del proceso electoral. La OSCE manifestó en Viena su "extrema preocupación" por las irregularidades, de las que la oposición acusa al poder, durante los comicios federales y municipales celebrados este mes en Serbia y Montenegro.Por undécimo día consecutivo, a pesar de la nieve y de ser fiesta nacional, decenas de miles de simpatizantes de la oposición, la mayoría estudiantes, volvieron a marchar por el centro de Belgrado pidiendo la dimisión de Milosevic por anular los resultados de las elecciones locales del 17 de noviembre, que dieron a la coalición opositora Unidos el control de 14 ciudades serbias, entre ellas la capital. En una tercera ronda de voto, celebrada el miércoles, el partido ex comunista de Milosevic ha anunciado su victoria final en Belgrado y otras localidades.

Una columna de 10.000 personas, encabezada por el líder opositor Vuk Draskovic, se plantó ante la sede del Estado Mayor gritando "¡Ejército, únete a nosotros!". Como en días anteriores, llovieron huevos contra las sedes de la prensa gubernamental y papel higiénico contra la de la comisión electoral.

Los líderes opositores -un conjunto de nacionalistas moderados, liberales y pacifistas que han optado por combatir al adversario común en lugar de pelearse entre ellos- intentan mantener el momento de la protesta política, la más importante en Serbia desde hace cinco años. Milosevic, entretanto, sigue guardando silencio en la confianza de que el cansancio y las temperaturas bajo cero acabarán confinando en sus casas a quienes le acusan de dictador y de haber falseado las urnas.

Paralelamente, el Gobierno ha apretado más las clavijas a los medios de comunicación. La televisión estatal ignora las protestas y la única emisora relativamente independiente de Belgrado, Radio B-92, es sistemáticamente interferida en sus boletines informativos. La situación ha llegado a un punto en que hasta en la redacción del diario Politika, altavoz de Milosevic, se han empezado a producir fracturas. Casi medio centenar de sus periodistas afirman que se han censurado sus informaciones sobre las protestas callejeras. Redactores de Politika y de la agencia oficial Tanjug han anunciado su apoyo al movimiento opositor de Milosevic.

"Esto es parte de un largo proceso de cambio social, una inversión en elecciones futuras", dijo ayer el profesor universitario Ljubomir Madzar, uno de los manifestantes en Belgrado, rodeado de centenares de estudiantes. El año próximo habrá elecciones, cruciales, al Parlamento serbio. "Cada ciudadano de este país debe contribuir para llevar a nuestra sociedad al nivel de las sociedades democráticas europeas y ayudarnos a salir de esta oscuridad balcánica", añadió Madzar.

Flavio Cotti, presidente de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), advirtió que "la integridad del proceso electoral serbio estará bajo sospecha mientras no se haga una revisión independiente de los comicios". El político suizo dijo que se han producido "irregularidades y violaciones de la ley" en las elecciones serbias.