MERCURY, EN EL LEMAN
La ciudad suiza de Montreux se ha vuelto a erigir en el santuario de la música. De la mano de Montserrat Caballé, ayer quedó entronizada una estatua de bronce de 3,5 metros de Freddie Mercury, alma del grupo Queen, que reproduce la imagen de la carátula del último disco Made in heaven, enfrente del lago Leman, al que tanto amaba. Ni el frío ni la lluvia fueron capaces de disuadir al centenar de curiosos que asistió al evento y rendir un homenaje al artista, fallecido hace ahora cinco años de sida. Y no era para menos. Allí estaban también el guitarrista del grupo, Brian May, y el batería, Roger Taylor, así como los padres y la hermana del músico, quienes, junto a una sociedad benéfica fundada por él, financian la obra de la escultora checa Irena Sedlecka. Mercury había hecho de la pequeña ciudad de la ribera del lago Leman su "reposo del alma" en los últimos años.-
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