En el alero

La Bolsa española ha quedado en una posición complicada ante la indefinición de los inversores, que no terminan de decidir si siguen a los precios de la deuda, otra vez en máximos históricos, o a Wall Street, que ayer puso a prueba la solidez del nivel de los 6.400 puntos con un recorte de 36 en la apertura. Las cotizaciones mantuvieron una trayectoria negativa durante toda la sesión, en parte por las realizaciones en el mercado de deuda y, también, porque el miedo a un descalabro en Wall Street sigue siendo uno de los argumentos de eso en todas las decisiones.La contratación fue de 34.610 millones de pesetas, con la concentración habitual de más del 50% en sólo cinco valores. La rentabilidad de la deuda a 10 años bajó hasta el 7,16%, repite mínimo histórico, y el diferencial con Alemania cerraba en 1,32 puntos. El índice general e Madrid consigue otro máximo histórico con un avance de seis centésimas y el Ibex 35 pierde un 0,03%.