Rojo prevé que el año terminará con un IPC del 3,3%, por debajo del objetivo oficial

El gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, afirmó ayer que este año se cerrará con un índice de precios al consumo (IPC) del 3,3% en tasa interanual, dos décimas por debajo del objetivo oficial y una cifra "que díficilmente se recuerda", según el gobernador. Rojo, que compareció en la Comisión de Presupuestos del Senado, calificó de "razonable" la situación de la economía española aunque insistió en la necesidad de reformas estructurales. Recordó también que el ajuste fiscal que requiere Maastricht afecta al conjunto de las administraciones v no sólo al Estado.

El gobernador, que hace escasas semanas manifestaba su preocupación por el índice de inflación, dio ayer una sorpresa al afirmar que los precios sólo aumentarán este año el 3,3% según las previsiones del Banco de España, y eso pese a "la mala suerte" que ha habido con la crisis de las vacas locas, que ha afectado al IPC de alimentación, y con los precios de la energía cuya subida ha sido más duradera de lo que se esperaba. Descontadas esas circunstancias, el año habría terminado con la tasa mítica de IPC del 3% que Rojo espera alcanzar en los primeros meses de 1997.A Luis Ángel Rojo no le preocupa la situación de la economía. Piensa que el crecimiento este año será del 2,1% o del 2,2% y el año que viene será del 2,8% o 3%, "aunque dependemos un poco de lo que vaya a pasar en el centro de Europa". Y lo que más le gusta es que ese crecimiento se basa en la inversión (la de bienes de equipo crece a un ritmo del 8%) y en las exportaciones que crecen el 7,5%, mientras el consumo se va reactivando lentamente, algo que no le inquieta y que achaca a las incertidumbres derivadas de la situación del mercado de trabajo. "Percibimos un aumento suave que se puede reforzar hasta el 2,5% durante 1997", dijo.

Rojo volvió a expresar su preocupación por el aumento salarial, si bien afirmó en esta ocasión que se debe a la deficiente estructura del mercado de trabajo, cuya segmentación ha provocado que los salarios de los fijos a tiempo completo aumente entre el 5,5% y el 6%, mientras los salarios de los empleados a tiempo parcial incluso han descendido.

Con respecto a los Presupuestos para 1997 afirmó que no contienen artificios contables y se ajustan a las necesidades a corto plazo, aunque recordó que son necesarias medidas estructurales para solucionar problemas pendientes. "Hay que moderar unos gastos", dijo, "para hacer hueco a otros gastos como infraestructuras o aquéllos que refuercen el crecimiento económico y con ello la creación de empleo". Esto, continuó el máximo responsable del Banco de España, contribuirá también al equilibrio financiero de la Seguridad Social porque habría más cotizaciones.

Por último, el gobernador aludió a la necesidad de que sean todas las administraciones públicas, y no sólo la Administración central, las que realicen el esfuerzo de ajuste fiscal que exige el Tratado de Maastricht.

Después de Luis Angel Rojo compareció en el Senado el secretario de Estado de Presupuestos, José Folgado, quien pidió que la congelación salarial de los funcionarios "sirva de referente" para la negociación colectiva en el sector privado. Folgado afirmó que se cumplirá la previsión del Gobierno para este año en crecimiento (2,3%) y déficit público (4,4%).