Sarah Ferguson se confiesa hoy en Canal +

Primero fue el príncipe Carlos; Diana le siguió en el delicado juego de las revelaciones en televisión de los secretos más íntimos. Ahora le ha llegado el turno a Sarah, duquesa de York y ex esposa de Andrés, el segundo hijo varón de Isabel II. Durante 30 minutos, su domicilio de Surrey, al sur de Inglaterra, es recorrido -dormitorio y cuarto de baño incluidos- por Ruby Wax, una entrevistadora famosa por su humor. Canal + la emite hoy (15.00) en España. Otras 41 televisiones de todo el mundo han pagado también los derechos de la exclusiva.

Como ya sucediera con las confesiones de la princesa de Gales, la BBC se apuntó la exclusiva y emitió anoche el programa justo antes del estreno de una nueva serie de época, basada en una novela de Anne Brontë.En Ruby Wax visita a la duquesa de York, ésta recuerda su "increíble" vida en el palacio de Buckingham y sus experiencias con la familia real británica sin rehusar ninguna pregunta comprometida. Al contrario que su ex cuñada, Diana de Gales, que permaneció sentada durante su propio encuentro con la BBC, Sarah prepara el té para su huesped y le deja que abra la nevera. "¡Yogures de leche entera!", exclama Wax para repetir a continuación la protesta de la madre: "para las niñas, Beatriz y Eugenia, claro". En un momento determinado, Fergie oculta una foto de la Reina a la carrera antes de que las cámaras la enfoquen. La soberana es la única imagen prohibida en pantalla por la duquesa, que por lo demás tiene varios retratos de su ex suegra expuestas por toda la casa.

Sarah reconoce que ella misma ha destruido su sueño de convivir con los Windsor: "Si alguien dijera que podría haber tenido una vida maravillosa y la he destruido, es verdad. Yo lo eché a perder", murmura sentada en un sofá, para luego apartar, emocionada, la vista de la pantalla. En otro emotivo pasaje asegura que la actitud de la familia real fue "fantástica y digna" cuando la prensa sensacionalista publicó unas comprometidas fotos con su supuesto amante John Bryan. Sobre sus presuntas relaciones sexuales con Steve Wyatt, hijo de un industrial petrolero norteamericano cuando estaba embarazada de su hija Eugenia, es clara y contundente: "Por supuesto que no lo hice".

Algo más misteriosa se muestra con respecto a su ex marido, Andrés de Inglaterra. Después de calificarlo de "maravilloso" y "mi mejor amigo", señala soñadora que ignora sí su historia de amor tendrá, a pesar de todo, un final feliz. "Quién sabe lo que nos deparará el futuro", responde.